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Literatura

Premio Internacional de Lectura Literaria

Premio Internacional de Lectura Literaria

Mi reseña literaria del libro de Sergio Constán: Wilde en España, ha recibido una distinción en el Primer Premio Internacional de Lectura Literaria. Me hace ilusión porque el proyecto de José Luis Amores me parece original y porque la obra de Constán se lo merece.

Gracias a ambos. ¡Uf! Lo siento, dear Oscar, me olvidaba de ti. Gracias a los tres.

Leer las obras seleccionadas: Revista de Letras, La Vanguardia

¿Necesito un e-book?

¿Necesito un e-book?

¿Ya tienes un e-book?, me pregunta una compañera. No, le respondo. Ella me mira con cara de extrañeza, daba por hecho que siendo yo lectora empedernida y escribiendo, dispondría de uno de esos artefactos de lectura.

¿Cómo explicarle a un profano que al abrir un libro experimento sensaciones erógenas? Cojo un libro y siento que me impregno de él, de su esencia. A través del tacto percibo el gramaje y las características de su tibia piel, me llega la suavidad de las hojas, el perfume de la tinta mezclado con el del cloro del papel. Lo admiro, advierto brillos, colores, matices. Huelo. Veo. Toco. Escucho la voz de las palabras escritas. Disfruto.

Quizás quedemos pocos en la pequeña aldea de lectores irreductibles de libros, pero no estamos dispuestos a rendirnos. Nos atacan, pero resistiremos. No odiamos los nuevos cachivaches electrónicos, pero el e-book es otra historia. Nadie le niega las ventajas que ofrece para trabajar y documentarse: es ligero, fácil de transportar y puede contener un montón de obras. Pero una cosa es trabajar y otra cosa es leer.

Los lectores mantenemos una relación de intimidad con los libros que nos vuelve posesivos. Ese libro que adquirimos es nuestro y de nadie más, nos pertenece y jamás se lo prestaremos a nadie porque somos nosotros quienes hemos abierto sus tapas por primera vez en un estreno memorable, en un festival para los sentidos que solo nosotros disfrutamos. El libro conserva la caricia de nuestras manos, algo que jamás tendrá el e-book.

Es cierto que da igual leer una obra en un libro, en el ordenador o en el e-book, lo importante es el contenido y no tanto el continente. Pero en los dos últimos casos el vínculo sagrado se pierde. Ya no hay calidez ni contacto físico con las páginas de papel, ni aromas, ni sensaciones. No hay nada.

Los lectores de libros perderemos la batalla. Es una cuestión de tiempo. No podremos detener el avance arrollador de las nuevas tecnologías y tendremos que claudicar. Las bibliotecas sin libros. Las librerías sin libros. Los lectores sin libros. No se me ocurre un futuro más desolador.

 

Penguin Books

Penguin Books

En 1935, si se quería leer un buen libro, había que tener bastante dinero o un carné de biblioteca. Los libros de bolsillo fueron una idea de Allen Lane, que por entonces dirigía el The Bodley Head. Había pasado el fin de semana en Devon, con Agatha Christie, y se encontró en el quiosco de la estación de Exeter buscando algo para leer en su viaje de regreso a Londres, pero la oferta solo incluía revistas populares y reediciones de novelas victorianas. Horrorizado ante semejante panorama, Lane decidió crear una colección de libros baratos y de calidad que se vendieran en las estaciones de ferrocarril y en las librerías tradicionales. Necesitaba un digno símbolo para este proyecto y su secretaria le sugirió un pingüino, uno de los empleados fue al zoológico para realizar unos bocetos y setenta años más tarde, el pingüino aún es la imagen de la empresa.

Los primeros libros de bolsillo de Penguin aparecieron en el verano de 1935 con obras de Ernest Hemingway, André Maurois y Agatha Christie. Estaban codificados por colores: naranja, ficción; azul, biografía; verde, novela negra y costaban seis peniques, el mismo precio que un paquete de cigarrillos. El concepto de los libros cambió entonces, había comenzado la revolución de los libros en rústica, que en un año alcanzaron un éxito insospechado al venderse tres millones de ejemplares.

Penguin Books

DIGO!

DIGO!

DIGO! es una publicación de aspecto alegre y colorista que invita a ser leída. Sus contenidos son muy variados. En su último número, el 7, el sumario incluye una mención a los bosques, ya que éste es su año, artículos de salud, arte, noticias, opinión, formación, concursos, entrevistas, actividades, poesía… Se trata de una revista coral de la que trasciende la ilusión y las ganas que le ponen los colaboradores que en ella participan. Unos colaboradores que desde el Centro Penitenciario de Zuera (Zaragoza) desarrollan su actividad creativa y mediante la palabra escrita encuentran espacios de libertad interior.

El mérito de la literatura erótica

El mérito de la literatura erótica

La literatura erótica tiene un doble mérito porque encierra un doble peligro. A cualquier escritor podemos perdonarle el desliz de una frase poco afortunada, un adjetivo chocante. Sin embargo, un escritor de erotismo, que trabaja como funámbulo sobre la línea fronteriza que separa el buen y el mal gusto de cada lector, hará peligrosas incursiones en la sensibilidad ajena, tratará de acciones, describirá humedades… que no satisfagan al lector, y este delito será decisivo para que se cierre el libro y se condene a su autor a las penas eternas del infierno de los malos escritores.

El riesgo es evidente y constituye un reto para los que escribimos pornografía, por eso pedimos una pizca de tolerancia al lector, pues le ofrecemos la posibilidad de visitar territorios poco transitados. ¿Y si las cosas no son lo que siempre nos han parecido?

 

Revistas de la Edad de Plata

Revistas de la Edad de Plata

Interesantísimo trabajo el que nos ofrece “Residencia de Estudiantes”, se trata de una edición facsímil de 31 revistas literarias y culturales del periodo 1910-1939, que están disponibles en red:

Revistas de la Edad de Plata

Mujeres charlatanas

Mujeres charlatanas

La idea de que las mujeres son charlatanas está reforzada por la ciencia, pues Jespersen (Naturaleza, evolución y origen del lenguaje, 1976) afirma que el lenguaje de la mujer es poco lógico, conservador, con un léxico escaso, un habla anodina y superficial que huye siempre de los extremos de la adjetivación. Reconoce que las mujeres aprenden el idioma antes que los hombres y les sucede lo mismo cuando se trata de una lengua extranjera. Precisamente por eso, por haberla aprendido tan precipitadamente, les ha faltado y falta reflexión sobre ella. La misma razón alega para afirmar que las mujeres tienen tendencia a no acabar una frase porque se ponen a hablar de algo que no saben y se dan cuenta en medio de una frase que no pueden acabarla porque no tienen nada que decir. Llega a afirmar que cualquiera que haya leído libros escritos por mujeres habrá comprobado lo trillado que es el estilo y la cantidad de léxico antiguo, dialectal o palabras raras que usan las autoras, por eso recomienda que se lean libros escritos por mujeres cuando se quiera aprender una lengua extranjera, pues son muy útiles por su léxico. Este comentario tiene importancia pues es nada más y nada menos que Otto Jespersen el que caracteriza el sexolecto de la mujer partiendo del estereotipo sexista más recalcitrante, cosa que no cabría esperar de este gran lingüista.

 

* Sexolecto, registro lingüístico diferente y con distinta apreciación social según sea el sexo del hablante.

Desvaríos 7

Desvaríos 7

Ven, me decía, estoy tejiéndote un lecho de seda para que descanses. Ven. Yo estaba exhausto y me acosté en el lecho que la araña tejió para mí.

 

Primer Premio Internacional de Lectura Literaria

Primer Premio Internacional de Lectura Literaria

Hasta ahora, los premios en literatura se concedían a los escritores y a veces también a los críticos literarios. El lector, sujeto destinatario de su labor creativa, era contemplado como mero comprador por la industria editorial. Pero una singular convocatoria pretende cambiar esta situación creando un premio retribuido para los lectores.

BASES DEL PRIMER PREMIO INTERNACIONAL DE LECTURA LITERARIA

1. Pueden concurrir al premio las consideraciones escritas de cualquier clase y condición acerca de una novela, ensayo, poema, cuento o microrrelato, autor e incluso grupo de autores. Se admitirán tanto críticas como reseñas, recensiones o textos misceláneos. Aunque la denominación del premio incluya el adjetivo “literario”, no regirán distinciones de género ni prejuicios acerca de la calidad de las obras o autores en que se basen los trabajos, dejando a elección de los concursantes la tónica elegida para aquéllos, que podrá ser laudatoria, ejecutoria, intimidatoria, tibia, diletante, artística, periodística, poética, declamatoria, patética e incluso académica.

2. Los trabajos, de extensión mínima libre y máxima de 600 palabras, podrán presentarse en formato compatible con las aplicaciones Writer de OpenOffice o Word de Microsoft Office. Podrán concursar las obras escritas en cualquiera de los idiomas oficiales, cooficiales y oficiosos de los territorios español y latinoamericano, incluido el castellano. Dada la internacionalidad de la convocatoria, se aceptarán, además, las obras redactadas en portugués, francés o inglés. Los trabajos se enviarán como fichero adjunto a la dirección electrónica premiodelectura@gmail.com, escribiendo en el asunto del mensaje “Primer Premio Internacional de Lectura Literaria”. Aunque no es necesario que las obras hayan sido creadas ex profeso para esta convocatoria, no se aceptarán actitudes de plagio crítico o perífrasis manifiesta.

3. Los trabajos podrán presentarse hasta el final del día 31 de octubre de 2011, lo que equivale a decir las 00:00, hora de Madrid, del Día de Todos los Santos. Sólo se aceptará un trabajo por concursante. No se especificarán datos personales en el mensaje.

4. La dotación del premio, al contrario que el tópico dinero habitual entre la voraz grey creadora, crítica o comerciante, consistirá en la inclusión de los textos seleccionados en una antología crítica editada para la ocasión. La obra será ofrecida, gratuitamente, en formato digital, y, bajo demanda, en formato físico con el único coste de su impresión y envío. Es decir, la edición no generará beneficio económico alguno para autores ni para editores.

5. El jurado estará compuesto por el jefe de redacción de una conocida publicación literaria, un crítico literario y un escritor prolífico en obras ajenas que son, por encima de todo, lectores profesos y confesos. Las obras que se incluirán en la antología serán elegidas de entre un grupo previamente seleccionado por sus especiales cualidades. La organización hará pública la lista durante el mes de noviembre de 2011 y se pondrá en contacto, por mail, con los lectores/autores, a fin de completar los datos biográficos necesarios para la publicación.

6. Si, a juicio del jurado, el número de trabajos con calidad no supera una cantidad mínima, la edición digital se realizará con los que sí la alcancen, y se desistirá de la edición física bajo demanda.

7. La organización no mantendrá correspondencia más que con los autores/lectores seleccionados, y los restantes trabajos, una vez hecho público el fallo, serán destruidos y la cuenta de correo utilizada para la convocatoria se cancelará.

8. La participación en esta convocatoria supone la aceptación de sus bases, cuya interpretación, o de cualquier aspecto no especificado en ellas, corresponde al jurado. Cualquiera duda será resuelta, públicamente y durante el período de admisión de trabajos, como comentario al anuncio realizado en el blog del artífice de la propuesta http://bolmangani.blogspot.com.

Se anexa un ejemplo de trabajo con indicaciones técnicas en los márgenes, así como un borrador, en estado primitivo, de maquetación de la antología que reunirá los trabajos seleccionados.

Otra forma de leer

El mercado español del libro electrónico tan solo representa un 1% del negocio editorial. Tras años de anunciarse la tan sonada revolución digital, aún la estamos esperando debido al elevado precio, a las dificultades técnicas que presentan las descargas legales y a falta de una oferta variada y abundante entre la que poder elegir un libro.

Con la intención de solventar estas dificultades, acaba de nacer Librosinlibro, una plataforma digital que agrupa a 13 sellos editoriales independientes. Sus características: Paga a los autores el 40% en derechos, en el caso del papel ese porcentaje oscila entre el 7% y el 10%. Los títulos de Librosinlibro pueden descargarse cinco veces desde la web y copiarse indefinidamente en cualquier dispositivo dado que carecen de DRM, el sistema anticopia más habitual.

Librosinlibro

Otra propuesta interesante es la que presenta Librosintinta, un blog dedicado al fomento de la lectura y la escritura y a la promoción de nuevos autores. El servicio ofrece acceso a los documentos por medio del intercambio de enlaces a distintas webs y ha creado una biblioteca digital en la que todos pueden participar.

Librosintinta

No sé

No sé

He conjurado al dios del olvido en vano. He invocado al diablo para que me rescatase del infierno. He llamado a los ángeles para que me llevasen lejos. Aún sigo aquí. Luchando con la fuerza de dos manos para vencer tristezas y dolores. ¿Cómo he cicatrizado los latigazos? ¿Cómo he transformado las heridas cercenadas en arañazos? ¿Cómo he extirpado el pus de mis entrañas? ¿Cómo he erigido un muro con mi espalda y he cambiado la desesperación por un graffiti de sonrisa?

Era él

Era él

Dicen que respiramos trece veces por minuto. Es posible. No estoy yo para contarlas. Pongo el carné sobre la mesa y controlo mi respiración. Estoy aquí para superar un examen y tengo que concentrarme. Contemplo el folio manchado de letras negras e inspiro profundamente. Alea jacta est. El bolígrafo me tiembla entre los dedos al escribir mi nombre.

No entiendo nada. Bien. Mi futuro laboral depende de esta prueba y estoy nerviosa. Las palabras parecen desprenderse de la página y me retan a leerlas. Me esfuerzo. Soy una experta en literatura. Resolveré el enigma. La primera frase me invita a desvelar el nombre de su autor. De eso se trata, de averiguar quién es. Fragmentos en latín, en inglés, en italiano, en francés y castellano. Me concentro. Una, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho, nueve, diez, once, doce… Trece páginas. Fragmentos descabalados. No hay historia, sin hilo conductor no hay nada.

Hay quien lo consigue a la primera, pero los dos primeros fracasos no me preocupan. La gloria del éxito corresponde a los fuertes, a los incansables, a los voluntariosos. No voy a ofuscarme. Encontraré algo, un indicio. Mi olfato avezado por miles de lecturas dará con la solución.

Quedan pocos minutos y nadie se ha levantado aún para entregar el examen. No han desentrañado el misterio. Seré yo. Tengo que ser yo. Mi respiración se acelera. Siento miedo, una sensación de angustia aterradora. Treinta segundos. Me caso para no estar solo: ¡Es él!

 

 *Leer el relato ¿Él? de Guy de Maupassant

Alas rotas

Alas rotas

Revisar la vida desde lejos,

desde una atalaya remota,

y contemplar en perspectiva el pasado,

el rosario de días y penas,

de sueños por cumplir

y esperanzas hechas trizas.

 

Mirar en lontananza,

atisbar un cielo azul

donde hay nubes oscuras,

mentirse, engañarse

pensando que algo cambió

cuando todo sigue igual,

cuando solo el paisaje es diferente

y la gente que lo habita

se ha hecho extraña.

 

Y tú… tú sigues adelante

tropezando en esa piedra

con la que topas cada día,

sin acertar a vivir,

sin ensayar otras vidas,

temiendo caer en otro abismo,

habituado a la nada.

 

Respiras el aire y sueñas

que es posible, sí,

que la dicha nunca estuvo

más cerca ni más esquiva

y descubres, más bien confirmas,

que nada cambia si tú no cambias.

Si tu forma de mirar es la misma

lo que ves es idéntico.

Si haces lo que sabes,

no ensayas otros proyectos.

 

El miedo sigue ahí,

donde siempre estuvo,

dueño del reino porque

tú le has dado la llave,

el poder de rendirte.

No debería ser así, lo sabes,

pero el patrón se repite.

 

Tienes en las manos la capacidad, el humo.

Tienes en la cabeza

un sueño frustrado.

Tienes unas alas rotas.

No tienes nada en realidad.

Solo eres alguien muerto de miedo,

agazapado en la sombra

sin habituarse a la luz.

 

La mazmorra del miedo es segura

sus paredes son sólidas,

los barrotes rígidos,

la puerta infranqueable.

Salir o quedarse…,

parece una elección fácil,

pero cuando no quedan arrestos

nada es sencillo.

Las nubes pasan o se quedan

en el cielo azul o negro.

Tú pintas el cuadro.

Tú no haces nada.

Leer en silencio

Leer en silencio

Cuando leemos en silencio, emitimos el sonido de las letras en una frecuencia imperceptible. El sonido está ahí, en nuestro cerebro, mudo, pero nunca ausente.

El peso de la vida

El peso de la vida

A veces la vida pesa en exceso

y mengua las fuerzas,

la realidad oprime

y el dolor se adhiere

y borra del alma

cualquier atisbo de luz.

Mis libros

Mis libros

Cada uno de mis libros es un pequeño tesoro, una pieza de valor para mí. A lo largo de los años he reunido una diminuta biblioteca, apenas nada para lo que desearía tener. La falta de espacio para acoger más obras resulta un condicionante poderoso a la hora de adquirir libros y he llegado a un punto en el que para que entre un ejemplar nuevo en la estantería, antes debería sacar otro. No me atrevo a deshacerme de ninguna joya. El principito, Más allá del bien y del mal, El pescador y su alma… ¿Cómo voy a renunciar a ninguno de ellos si he disfrutado tanto con su lectura?

A veces pienso que convendría conservar únicamente los libros que en un futuro pudieran socorrerme y suprimir aquéllos cuyas páginas no he abierto en muchos años, pero siento una fidelidad casi sagrada por todos ellos. Los libros se enganchan a la memoria y algunos también al alma. Cualquier excusa sería miserable para abandonar a su suerte a La metamorfosis, El amante, Riverita o Anales. Se han adherido a mi vida, a lo que soy.

Por desgracia, el tamaño de la biblioteca sí importa y llega un momento en que el número de volúmenes cruza la frontera de lo posible y hay que contener su crecimiento. Los míos, de los anaqueles se han trasladado a una oscura caja que me he asegurado de precintar bien para que no escapen. Ha sido un acto doloroso.

Bibliotecas

Bibliotecas

Desde que apareció la imprenta, existieron bibliotecas privadas en las que, con el permiso de sus dueños, se podían consultar los libros. Luego se crearon las bibliotecas públicas, como la de Mazarino en París o la Ambrosiana en Milán. También las Reales, como las de París, Lisboa o Madrid, éstas finalmente se convirtieron en bibliotecas Nacionales. O las fundadas por los poderes públicos, como la Biblioteca del Congreso en Washington o el British Museum. Todas estaban destinadas a satisfacer las demandas de un público con una cultura superior.

Poco a poco, aumentó el número de personas que sabían leer, pero no disponían de capacidad económica para adquirir libros, para atender a estas nuevas necesidades surgieron las bibliotecas públicas o populares. Lo curioso es que no fueron demandadas por los potenciales lectores, sino que fueron los educadores quienes, deseosos de evitar la incongruencia de que los gobiernos estuvieran interesados en que las personas aprendieran a leer, pero no se ocuparan de facilitarles material de lectura, promovieron asociaciones para la compra de libros.

La creación de bibliotecas populares se produjo casi de manera simultánea en Inglaterra y Estados Unidos a mediados del siglo XIX, sin embargo, los motivos fueron distintos. En Inglaterra las razones fueron morales, un grupo de filántropos pretendía evitar mediante la lectura el embrutecimiento de la clase humilde, que tras las muchas horas de intenso trabajo se dirigía a las tabernas para mitigar las penalidades con el alcohol. En Estados Unidos, se buscaba la mejora de la formación profesional y política, para que los empleados tuvieran una mayor capacidad para trabajar con eficiencia y los votantes se forjaran un criterio propio y ejercieran sus derechos con independencia. En ambos países, los gobiernos se limitaron a dar carta blanca a las autoridades locales que desearan crear bibliotecas.

En la zona mediterránea, en países como Portugal, Francia o España, las bibliotecas creadas por los gobiernos obedecían a otros planteamientos. Se trataba de preservar el patrimonio histórico, artístico y bibliográfico disperso en los monasterios y reunían libros antiguos escritos en latín y que, en su mayoría, abordaban temas teológicos, por lo que no interesaban a la mayoría de personas. Aunque las bibliotecas fueran denominadas populares, dada la escasez de recursos económicos y bibliográficos no captaron la atención de los lectores.

No preguntes

No preguntes

No preguntes.

No quieras saber quién fui antes de conocerte.

Yo era una sombra.

Un mar desesperado.

Nada.

A buen entendedor...

A buen entendedor...

Cuentan sus amigos que el matemático P. G. Lejeune Dirichlet (1805-1859) no era muy amigo de escribir cartas. Hizo una excepción cuando nació su primer hijo. Dirichlet mandó un telegrama a su suegro con el siguiente mensaje: "1+1=3".

Gerardo Diego en Soria

Gerardo Diego en Soria

Gerardo Diego llegó a Soria en 1920 para tomar posesión de la cátedra de Lengua y Literatura del instituto de la ciudad, allí residió durante dos años formando parte activa en su vida cultural como socio del Casino Numancia. El poeta santanderino también colaboró en el periódico satírico La Cotorra, impulsó las primeras jornadas teatrales de la ciudad y dejó constancia en sus versos de la honda impresión que le causó su estancia en tierras sorianas.

Desde el pasado 26 de abril, Gerardo Diego toma café y repasa sus libros de poemas ante las puertas del Casino Amistad Numancia de Soria. El escultor Ricardo González ha realizado una estatua en bronce del poeta de la Generación del 27 y Premio Cervantes de 1979 con la que se le rinde homenaje.

 

ROMANCE DEL DUERO

Río Duero, río Duero,

nadie a acompañarte baja;

nadie se detiene a oír

tu eterna estrofa de agua.

Indiferente o cobarde,

la ciudad vuelve la espalda.

No quiere ver en tu espejo

su muralla desdentada.

Tú, viejo Duero, sonríes

entre tus barbas de plata,

moliendo con tus romances

las cosechas mal logradas.

Y entre los santos de piedra

y los álamos de magia

pasas llevando en tus ondas

palabras de amor, palabras.

Quién pudiera como tú,

a la vez quieto y en marcha,

cantar siempre el mismo verso

pero con distinta agua.

Río Duero, río Duero,

nadie a estar contigo baja,

ya nadie quiere atender

tu eterna estrofa olvidada,

sino los enamorados

que preguntan por sus almas

y siembran en tus espumas

palabras de amor, palabras.