Blogia

Cierzo

Quemar antes de abrir

Quemar antes de abrir

Desde hace tiempo existe un rumor que empaña la vida del escritor Lewis Carroll y es el que refiere su extraña fascinación por las niñas, en particular por su musa Alice Liddel. Ahora se conocen detalles de esta particular amistad que llegó a incomodar a la familia de Alice (fueron amigos del autor) hasta el punto de escribirle una carta a Carroll en la que se le pedía que se mantuviera alejado de su hija. También se ha sabido que Carroll le pidió matrimonio a Alice cuando ella tenía trece años.

A su muerte, Charles Dodgson (Lewis Carroll) dejó a sus herederos un legado de 700 cartas y 600 fotografías, esta documentación no pudo hacerse pública hasta pasados 50 años y es cuando sus biógrafos empiezan a estudiarla y encuentran textos con tachaduras y un sobre en el que se lee: Quemar antes de abrir. Dentro aparecen cinco fotografías artísticas de niñas desnudas. Seguramente Carroll era consciente de que ese material fotográfico podía interpretarse de un modo perverso y por eso pidió que se destruyera, aunque a través de sus cartas queda constancia de que solicitó permiso a los padres de las niñas para que posaran desnudas ante su cámara.

Tal vez este documento gráfico esté exento de cualquier intención obscena, Carroll mantuvo correspondencia con sus modelos hasta que llegaron a la pubertad, alguna de ellas ha publicado su biografía y niega la existencia de una relación oscura con el escritor. Alice también se escribió con Carroll hasta poco antes de la muerte de este.

La sombra de la pedofilia ha oscurecido durante un tiempo la figura de Carroll, pero en la Inglaterra victoriana los dibujos y fotografías de niños y niñas desnudos no eran considerados obscenos o pornográficos. Se creía que los niños prepuberales de ambos sexos representaban la inocencia. Tarjetas de Navidad y calendarios de la época contaban con representaciones de niños desnudos o semidesnudos. En cualquier caso, aunque Dodgson hubiera sido realmente pedófilo, no habría cometido ningún delito. En aquella época ninguna ley prohibía las relaciones sexuales entre adultos y niños. Era bastante común que algunas mujeres pre púberes se casaran con hombres adultos, y hasta 1885 el Parlamento inglés no elevó la edad de consentimiento para niñas de 13 a 16 años.

Las nuevas aportaciones a la biografía de Lewis Carroll añaden una faceta: la de fotógrafo, a un escritor ya inmortal gracias a su Alicia en el país de las maravillas y A través del espejo y lo que Alicia encontró allí.

Orchis

Orchis

Teofrasto, discípulo de Platón y padre de la Botánica, describió una planta con una pareja de raíces que parecían gemelas y la denominó orchis (en griego significa, testículos). Estos pequeños tubérculos fueron muy apreciados en la antigüedad para elaborar pócimas afrodisiacas, (sin que se haya constatado su éxito, por cierto) algo que produjo un efecto negativo sobre la población de orquídeas, pues resultaron diezmadas.

Esto ocurría en Europa y en otro tiempo, porque en la actualidad se estima que hay en el mundo unas 23.000 especies distintas de orquídeas. El 90% de ellas son tropicales, pero el resto vive en climas templados o frescos. La diferencia entre unas y otras orquídeas radica en su tamaño, las europeas son muy pequeñas y pasan inadvertidas; en cambio, los ejemplares que crecen en las selvas tropicales son espectaculares, elegantes y bellísimas.

El cultivo de las orquídeas para floristería mueve millones en todo el mundo. Solo una especie tiene interés agrícola: la vanilla fragans, de la que se extrae la vainilla que todos conocemos por su uso culinario, especialmente en repostería.

¿Por qué le hacen esto a los animales?

¿Por qué le hacen esto a los animales?

Prostitutas invisibles

Prostitutas invisibles

A principios del mes de junio, dos prostitutas fueron asesinadas en Bilbao. Han sido víctimas de un asesinato machista, pero su muerte no se atribuirá a la violencia de género, ni su asesino será castigado con una pena agravada. Desde la aprobación de la Ley integral contra la violencia de género únicamente se considera violencia de género la que se produce en el ámbito familiar, y, aun así, no toda. La página www.feminicidio.net recoge y contabiliza como feminicidio los asesinatos de prostitutas. Entre los años 2010 y 2012 fueron asesinadas 19 mujeres que ejercían la prostitución, aunque podría haber más casos, pues una prostituta es una mujer socialmente invisible. Su muerte suele pasar inadvertida, su desaparición no se denuncia, la justicia no se siente presionada por la sociedad para imponerle una pena ejemplar al homicida, no se promueven concentraciones para manifestar la repulsa ciudadana, los políticos no guardan un minuto de silencio por estas víctimas, los medios no dedican tiempo a informar del asunto. La vida de una prostituta vale poco.

En el caso de Bilbao, es el presunto asesino, Juan Carlos Aguilar, quien ha suscitado la atención mediática debido a su proyección pública, las mujeres muertas “solo” eran prostitutas inmigrantes.

Que no se considere a las prostitutas víctimas de la violencia de género, tiene graves consecuencias para ellas: les impide acceder a la protección que se ofrece a estas víctimas, no pueden utilizar los recursos que el Estado pone a su disposición, sus agresores no sufren un agravamiento de las penas por sus crímenes.

¿Por qué una prostituta no pude denunciar maltrato y recibir de las instituciones la misma consideración, apoyo y ayuda que otras mujeres? ¿Por ser prostitutas se merecen cualquier cosa que les pase? ¿Una violación o una paliza forman parte de su trabajo, son “accidentes laborales”?

Prostitución forzada, esclavitud sexual, violencia, abusos, chantaje, explotación… La sociedad tolera y convive con estas situaciones límite agravadas, en muchos casos, por el hecho de que la mujer es inmigrante sin papeles, y el objetivo del Estado es expulsarla del país, no protegerla.

La lucha feminista debe incluir a todas estas mujeres y conseguir para ellas un cambio social, sexual y cultural que promueva la solidaridad y respeto hacia ellas. Esto incluye que la violencia que reciben se califique, a todos los efectos, como violencia de género.

España, un país de ceporros

España, un país de ceporros

Somos un país ignorante, que no se da cuenta de la importancia del conocimiento. Las ideas que no están avaladas por un conocimiento profundo, nacen muertas. Pero hoy los políticos que nos gobiernan no son expertos ni intelectuales, carecen de un saber crítico y comprometido. Nos gobierna una derecha para la que la cultura es sinónimo de gorrones que viven de la subvención. Solo les falta gritar, como Millán-Astray: ¡Muera la inteligencia!

La cultura se entiende como mero entretenimiento. Algo que ya criticó en su momento tanto Adorno como Walter Benjamin: con la cultura de masas, el ciudadano se convierte en un observador pasivo y sin juicio, su libertad se limita a elegir los mismos productos bajo distintos nombres y se produce la alienación. Esto ocurre cuando la cultura se convierte en espectáculo. Pero no solo la música, el cine o el teatro son cultura. Existen otras manifestaciones de la cultura: la política, la social, la cívica, la democrática… Que forman parte de nuestra vida y nos aportan identidad.

Por el tratamiento que da el Gobierno a las becas, a los requisitos, cuantías y derecho a recibirlas, podemos apreciar hasta qué punto importan las ideas y la cultura: bien poco. Se discute el acceso a las aulas, un asunto primordial, sin duda; aunque no se le da importancia a lo capital: cuál es el papel que debe jugar la universidad en una ciudadanía que no se inmuta ante la degradación de su función social.

Discutimos qué tasas hay que pagar o si la política de becas es la acertada, pero no el papel que juega la Universidad en un momento histórico como este. Una beca es una cantidad de dinero que se aporta al estudiante a fondo perdido para que pueda estudiar, es un medio para lograr un objetivo. Pero como ignoramos para qué sirve la universidad, no sabemos cuál es la utilidad de las becas. Seguimos sin tocar el problema de fondo.

España dispone de 50 universidades públicas y 31 privadas, repartidas en 236 campus, para atender a millón y medio de universitarios. A menudo se imparten en ellas las mismas disciplinas, algo que genera ineficiencias y duplicidades. Lo razonable sería analizar qué Universidad necesitamos: una masificada con alumnos desmotivados y profesores mal pagados o una que busque la excelencia y amplíe el conocimiento.

Ninguna Universidad española figura entre las 200 mejores del mundo. ¿No es este un indicador de que nos estamos equivocando en algo? ¿No deberíamos tomar ejemplo de universidades como Berkeley, Cambridge, Stanford o el MIT, que contribuyen a la creación de empresas y cimentan el desarrollo económico?

*Leer el informe de expertos encargado por el ministro Wert.

¿Qué motivos hay para el optimismo?

¿Qué motivos hay para el optimismo?

"Creo que lo peor ha pasado, por eso vamos a mantener la misma línea de política económica y lo creo así porque aunque los resultados lleven su tiempo, algo que dijimos, estas políticas están dando sus frutos y hay indicadores positivos que son el prólogo o la primera página de la recuperación económica", Mariano Rajoy. 18/06/2013.

 

El otro día, Mariano Rajoy nos decía que hay motivos fundados para la esperanza. ¿Dónde? ¿Cuándo? ¿Quién, además de él y sus secuaces, los ve? La mendacidad del presidente del Desgobierno es apabullante, además de un insulto a la inteligencia de los españoles.

Nos anuncian el fin de la crisis con la excusa de la mejora coyuntural de algunos indicadores relacionados directamente con el letal incremento de la deuda para financiar gasto político improductivo. La aportación de más de 200.000 millones en diecisiete meses es demencial e insostenible. Los indicadores de actividad y demanda siguen cayendo a toda mecha y los desequilibrios que nos ha traído la crisis continúan empeorado, en especial la deuda pública y el crédito a la economía productiva. 

Pero no se crean sin más esto que les digo, vean ustedes la realidad que nos rodea y luego determinen si existen, o no, motivos para la esperanza y el optimismo. Yo me limitaré a apuntar unos datos de los principales indicadores de actividad y demanda conocidos la semana pasada (19/06/2013). Lean y deduzcan de ellos si vamos a salir de la crisis alguna vez:

Índice de comercio minorista deflactado: retroceso del 7,8 % entre enero y abril de este año, frente a la caída del 7,2 % del mismo periodo de 2012.

Consumo aparente de cemento: disminución del 25,5 % de enero a abril, frente a la caída del 34,3% de 2012.

Producción industrial: -3,6 % en el primer trimestre frente a -6,0 % del mismo periodo del ejercicio anterior.

La inversión se redujo un 17,9% en los cuatro primeros meses del año; en el mismo periodo de 2012, se redujo un 8,3%.

La financiación del sector privado ha disminuido un 9,9% hasta abril, frente a la pérdida del 5,1% de un año antes.

El consumo de energía eléctrica ha retrocedido un 2,0 % en los cuatro primeros meses del ejercicio, mientras que entre enero y abril de 2012 cayó un 2,2 %.

¿Intentarán hacernos creer que si el consumo privado, que representa el 60% del PIB, cede cinco puntos porcentuales y la inversión, que supone el 20% del PIB, un 17,9 %, la caída del PIB del segundo trimestre puede ser nula?  Ya está bien de que nos tomen por imbéciles.

Quizá estas cifras no le digan a usted mucho, pero hay otras que le tocan el bolsillo y que entenderá con mayor facilidad: la evolución de la renta y la riqueza de las familias. Aquí van unos detallitos insignificantes:

Las economías familiares se hunden.

El poder de compra de los salarios ha caído otro 0,8 % en el primer trimestre.

El precio de la vivienda ha cedido un 6,6 % en tasa anual.

Al margen de los indicadores, la cuestión es: ¿Cómo puede un país sin crédito al sector productivo y a las familias, con la renta y la riqueza mermando de forma continua, con los mayores impuestos del mundo desarrollado y la energía más cara salir de ninguna crisis si el endeudamiento público crece exponencialmente para financiar el gasto político improductivo?

¿Hace falta tener un doctorado en Economía por la universidad de Harvard para ser pesimista?

Asumir los hechos

Asumir los hechos

La tertulia acaba abordando el tema de la crisis. Hay que adaptarse a lo que hay. Nosotros no podemos hacer nada; los políticos, que son los que podrían hacer algo, tampoco se mueven.

Yo escucho y callo. No comparto estas opiniones. La vida es así y puede ser de otra manera, como nosotros la hagamos. El estoicismo nunca me ha contado entre sus partidarios, más bien entre los detractores que critican sus desventajas. Mantener la vida alejada de las circunstancias externas, permite cierta felicidad, pero también tolera las más terribles situaciones. La opresión, la injusticia, la desigualdad… Para un estoico todo irá bien, todo será aceptable, y no cuestionará los hechos, se limitará a asumirlos. Aceptar el fracaso es desertar de la vida. No implicarse, no ser autoexigentes, sobrevivir en la indiferencia del espectador complaciente es lo malo.

Adiós, Tony Soprano

Adiós, Tony Soprano

No esperes felicidad. Tus amigos te traicionarán y nadie recordará tu nombre. Morirás en tus propios brazos, Tony Soprano.

No puede ser, fue lo primero que pensé al leer la noticia. A primera hora de la mañana del miércoles conocía el deceso: James Gandolfini ha muerto. Me quedé conmocionada. Era muy joven para morir, 51 años, y le admiraba. Pienso que cualquier persona que haya visto la serie televisiva que le dio fama mundial, The Sopranos, me entenderá, porque James Gandolfini era Tony Soprano y Tony Soprano es James Gandolfini, uno de los nuestros, alguien de nuestra familia. En un mundo de ficción, James Gandolfini era auténtico y hacía real a su personaje con una simple mirada y con un habano entre los dedos. Su personalidad se imponía en cada escena, su presencia llenaba la pantalla, y así en cada capítulo, durante seis años.

Marlon Brando, con su inmortal Vito Corleone, dejó el listón muy alto, pero James Gandolfini supo igualarlo construyendo un personaje cercano, un icono de la pequeña pantalla. Amor a quemarropa; Marea Roja; Pelham 1,2,3; In the loop; Welcome to the Rileys; La noche más oscura; El increíble Burt Wonderstone fueron aportaciones de James Gandolfini al cine, pero la fascinación llegó con Tony Soprano, el personaje que ya es un mito, y el actor, que será por siempre, una estrella carismática.
 
Adiós, Tony Soprano. Descanse en paz, James Gandolfini.

El chiste de la semana

El chiste de la semana

Esperando el milagro que no llega

Esperando el milagro que no llega

Nos aferramos con fuerza a todo: a las personas, a la vida, al dinero, a lo que tenemos (o creemos tener), a nuestro orgullo, a nuestros hábitos, a nuestra cultura, a la forma de ver el mundo, a un determinado estatus…

Nos asimos con débiles tentáculos a rocas de arena que se desmoronan cuando las apretamos demasiado fuerte.

Deberíamos ser flexibles y movernos mecidos por el viento de las circunstancias, por la corriente de agua que nos lleva.

Intentamos vanamente resucitar el cadáver de una sociedad que hiede, mantener la putrefacción que corroe los pilares estructurales de un edificio derruido. Nos produce pánico cambiar, soltarnos…

Las hojas que se mueven van más lejos, pero seguimos pegados a este árbol carcomido y sin sabia, esperando el milagro que no llega.

Bienvenido al club

Bienvenido al club

Algo más de 1,057 billones de euros (1.057.835.000.000 euros). Esto es, exactamente, lo que adeuda el sector público español. Lo acaba de revelar el Banco de España en su informe estadístico y supone que, por primera vez, los pasivos emitidos por España, incluidas todas las administraciones públicas, superan el Producto Interior Bruto, que en 2012 ascendió a 1,049 billones.

Con estos datos, España ingresa en el club de países que deben más de un billón de euros. Japón, Estados Unidos, Alemania, Italia, Francia, Reino Unido, China, Brasil y Canadá son también miembros de este club.

La situación española puede empeorar todavía más. El Ministerio de Economía anticipa en su último Programa de Estabilidad enviado a Bruselas que “el stock de deuda continuará avanzando hasta 2016”, aunque a ritmos “progresivamente menores”.  Y estima que al final de 2013 la deuda pública representará el 91,4% del PIB, (7,2 puntos más que a finales del año 2012).

La bola de nieve de la deuda sigue creciendo. Los presupuestos públicos, excluidos los pagos de intereses, deberían mantener un superávit de más del 2% del PIB durante 20 años seguidos tan solo para que la relación entre la deuda y el PIB volviera a los niveles anteriores a la crisis. El panorama aún puede ser más desolador agravado por las cifras del paro.

Fracasar mejor

Fracasar mejor

Jorge Riechmann, poeta, ensayista, filósofo, traductor y ecologista, nos regala su última obra: Fracasar mejor (fragmentos, interrogantes, notas, protopoemas y reflexiones). Se trata de reflexiones breves, densas en contenido intelectual, donde el autor ahonda en la actualidad candente: la crisis, la resignación de una sociedad aplastada por el peso de la realidad, que no vislumbra salidas; el deterioro imparable del planeta; la agonía de un capitalismo sin alternativas; el mercantilismo atroz; la degradación social...

Lo has intentado. Has fracasado. No importa. Inténtalo de nuevo. Fracasa otra vez. Fracasa mejor, proponía Samuel Beckett. El hombre progresa gracias a sus fracasos, los necesita para mejorar y crecer como persona. Y Jorge Riechmann nos invita a recapacitar sobre cómo convertir el fracaso en logro, nos anima a contemplar la tragedia con esperanza, con lucidez y fortaleza, porque debemos salir reforzados de esta debacle y para ello es imprescindible reaccionar de forma adecuada, rehaciéndonos como individuos y como sociedad. No vale rendirse, abandonar la lucha es morir, y cada uno de nosotros ha de hacer su parte, contribuir con su pequeño grano, con su gota de agua, resistiendo.

Como Samuel Beckett, Jorge Riechmann es un artista de la claridad, un escritor que relata sus pensamientos con transparencia y los presenta comprensibles y placenteros. Nos invita a participar en la conversación que mantiene consigo mismo y nos transmite confianza ante el futuro que está por construir, que será como nosotros lo hagamos.

Fracasar mejor es una lectura imprescindible para coger fuerzas y luchar en las barricadas.

Título: Fracasar mejor (fragmentos, interrogantes, notas, protopoemas y reflexiones).

Autor: Jorge Riechmann

Editorial: Olifante

Páginas: 173

Año: 2013

Máteme, por favor

Máteme, por favor

Cuando las cosas venían mal dadas, las cápsulas de cianuro fueron el último recurso de los gerifaltes nazis y de los espías durante la Guerra Fría. Creo que ha llegado el momento de que la Seguridad Social las incluya de forma gratuita entre sus prestaciones. Lo digo totalmente en serio, sin ironía. La sociedad española es tan inhumana y las limitaciones del Estado tan flagrantes que, solo por cuestiones meramente humanitarias, debería implantarse una medida así.

El futuro del planeta nos importa un bledo. Mientras haya algo de valor en el subsuelo, seguiremos escarbando. Mientras el mar guarde recursos, seguiremos esquilmándolo. Mientras quede algo que rascar sobre la tierra, allí estaremos. Los niveles letales de desempleo nos dan lo mismo. La destrucción de la sanidad pública en aras de intereses particulares y canallas. La defunción del sistema educativo. El pasotismo ciudadano. Las ovejas resignadas… Para mí, y para mucha gente, son síntomas de una enfermedad terminal que invita más a morir que a seguir viviendo. Por eso pido la muerte por compasión y que esta sea una reivindicación prioritaria para defendernos de los malditos bastardos y criminales que habitan en las estructuras del Estado.

No conseguiremos ponerle freno a la inmundicia que nos rodea, ni limpiar de parásitos los altos estamentos. No vamos a lograr que la sociedad sea más solidaria y justa. Pero este derecho sí podemos obtenerlo. El rigor presupuestario exige que nos muramos pronto para no tener que pagarnos pensiones, ni subsidios, ni nada. Así que tenemos ganado mucho a favor de esta causa.

Pacto

Pacto

Rajoy y Rubalcaba o PP y PSOE, como ustedes prefieran, se han puesto de acuerdo en algo: convertirse en los pedigüeños de Europa. No piensan en recortar el gasto público improductivo, más del 10% del PIB, para el que no han llegado recortes, sino que ha ido creciendo en plena crisis, y el objetivo es mantenerlo a todo trance.

Rajoy y Rubalcaba, o PP y PSOE, solicitarán ayuda para empleo juvenil, para las pymes y para lo que haga falta, pero la Unión Europea no se lo va a regalar. Será un préstamo, otro más, que aumentará el endeudamiento de un país en bancarrota desde hace tiempo y que servirá en realidad para mantener a los políticos y a esa caterva de empresas públicas y mangantes que viven de chuparle la sangre al Estado, es decir, a los españoles.

¿Por qué no se establece un acuerdo urgente para paliar la pobreza y el hambre de los niños? ¿No se les cae la cara de vergüenza a nuestros políticos sabiendo que hay miles de personas que viven en situaciones límite de pobreza y necesidad? ¿Acaso les da igual que la gente se suicide porque ya no puede vivir? ¿Por qué no piden a la UE un plan de ayuda alimentario que satisfaga las necesidades básicas de quienes ya no pueden ni comer? ¿Por qué no se toman medidas radicales contra la legión de corruptos que esquilman nuestro dinero con total impunidad? ¿Por qué Bruselas no impone como condición para cualquier ayuda al Estado español una limpieza exhaustiva de parásitos? ¿Por qué los ciudadanos hemos de mantener unos bancos inviables que deberían estar ya cerrados? ¿Por qué permitimos que todo vaya a peor sin hacer nada eficaz que nos salve?

Matemática

Matemática

Nadie explica por qué el universo se expresa a través de las matemáticas. Lo dijo Galileo: es la lengua con la que Dios creó el universo. Hemos creado fórmulas que describen perfectamente cómo se mueven los planetas alrededor del sol, cómo flota un barco o cómo la luz se refleja en el agua. ¿Por qué los babilonios y los griegos inventaron las matemáticas? Quizá sea nuestro sistema perceptivo el que nos indujo a ello. Podemos ver el límite de las cosas, contar, distinguir entre diferentes clases de líneas… La matemática, según Descartes, es la forma de racionalidad más sublime. Nos permite aprender la realidad de una forma más cabal que la que nos proporcionan los sentidos. Incluso el sonido, en su aspecto musical, muestra un conjunto de propiedades matemáticas, lo que nos lleva a la primera reflexión: la naturaleza es matemática. O lo fue hasta el siglo XX, cuando Herbert Marcuse se rebeló contra el imperio de la razón: puede utilizarse y se hace, para suprimir la multidimensionalidad del ser humano y manipularlo.

La compasión no es matemática. Tiene que ver con el corazón, es irracional. Sin matemática no hay música, pensaba Bach. Pero ya no nos interesa un mundo fabricado como un reloj. Los románticos prefieren verlo como algo orgánico e imperfecto y oponen a la razón emoción e intuición. Ya lo decía Wordsworth, la poesía debe producir una explosión espontánea de sentimientos.

Razón y pasión hacen la vida.

Mirada de escritor

Mirada de escritor

Siempre he pensado que lo más importante de un escritor es su mirada; el punto de vista desde el que observa la realidad. Nadie enseña a mirar, la mirada es un don gratuito, como el talento o el estilo. Saber ver es, para cualquier escritor que se precie, tan importante como saber plasmar lo visto. El ojo es un preciso objetivo que retiene y congela instantes más o menos gloriosos; luego, será el oficio quien se encargará de recrear esos instantes.

Exige una reforma fiscal: que pague más quien más tiene

Exige una reforma fiscal: que pague más quien más tiene

Infolibre ha puesto en marcha una campaña en la que se pide que haya una reforma fiscal: que pague más quien más tiene.

Las rentas del trabajo, es decir, los españoles con nómina, aportan el 80% de la recaudación del IRPF. Y con la crisis y las subidas de impuestos, incluido el IVA, la presión fiscal sobre las clases medias está sobrepasando lo soportable. Sobre todo si se une al alza simultánea de las tarifas públicas (transporte) y de los combustibles, conjugada con los recortes en las prestaciones por desempleo, la congelación de las pensiones y los copagos sanitarios y/o farmacéuticos.

En otros países como EEUU, Francia o Alemania han sido los mismos millonarios quienes han pedido públicamente que se les suban los impuestos, tras admitir la injusticia del sistema (Warren Buffett) y ofrecer una contribución especial a los sacrificios de las clases medias para salir de la crisis. En España no se ha producido ningún movimiento siquiera aproximado en esa dirección. El PSOE propone una reforma fiscal para que paguen más "los que más ganan, más tienen y más heredan", aunque fue precisamente el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero el que suprimió el Impuesto del Patrimonio.  Y es una de las propuestas básicas del resto de los grupos políticos a su izquierda.

Por justicia, pero también por un elemental sentido común en el peor momento de la economía española en el último siglo, es necesaria una reforma fiscal que realmente haga pagar más a quien más tiene: si algo necesita España es inversión productiva y la contribución de quienes no solo no están afectados por la crisis sino que, por el contrario, están resultando beneficiados de medidas tan socialmente escandalosas como la amnistía fiscal.

Firma para respaldar esta iniciativa.

Que coman insectos ellos

Que coman insectos ellos

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, la FAO, publicaba hace unas semanas un informe que ha suscitado la polémica: Insectos comestibles. Perspectivas de futuro para la seguridad alimentaria y la alimentación En este informe, recomienda el consumo de insectos para alimentar a las personas que pasan hambre en el mundo.

¿El remedio para paliar el hambre es consumir insectos o hacer accesible la comida? Pienso que la segunda opción es la que vale. Me parece bien que en ciertos países se coman bichejos como saltamontes, escorpiones, hormigas, orugas… Según la FAO, en África, Asia y América Latina se consumen 1.900 especies de este tipo de animales, que tienen un elevado contenido de proteínas, materias grasas y minerales. A mí, sinceramente, la idea de meterme un escorpión a la boca me produce asco, por más nutritivo y saludable que sea. Que conste que no tengo una visión etnocéntrica de la comida, ni de nada, supongo que en otros lugares considerarán repulsivos los caracoles con alioli, los percebes, el cochinillo asado o el conejo al ajillo. Al margen de la cuestión cultural, opino que el problema del hambre no radica en la producción sino en la distribución, por eso la solución no está en comer insectos.

Los datos de la FAO dicen que, en la actualidad, se cultiva suficiente como para alimentar a 12 mil millones de personas. En el planeta somos 7 mil millones, luego hay comida de sobra para todos. La cuestión es en qué manos está esa comida. Y se encuentra en manos de cuatro multinacionales de la agroindustria, que dan prioridad a sus intereses y obvian las necesidades alimentarias de las personas. En este sistema, si careces de dinero para pagar el precio que marcan estas empresas a los alimentos, a la tierra, al agua y a las semillas, no comes.

La solución es común a la mayoría de problemas que se nos presentan en la actualidad: abolir privilegios y extender los derechos.

La casa de los sueños de Barbie

La casa de los sueños de Barbie

El pasado 16 mayo, la Casa de los Sueños de Barbie abrió sus puertas en Berlín. Decenas de personas se manifestaron en contra de una muñeca que, consideran, incita a centrarse excesivamente en la apariencia de las mujeres, fomenta los trastornos alimenticios en niñas y adolescentes y es sexista.

La casa de Barbie mide unos 2.500 metros cuadrados y está fabricada con plástico rosa, es una representación real de la casa de juguete, que permite recorrer un enorme vestidor en el que abundan cinturones, pañuelos y joyas; un cuarto en el que se guardan decenas de pares de zapatos o el dormitorio, presidido por una gran cama y donde no faltan el tocador y los utensilios de peluquería. Probarse de forma virtual los vestidos de Barbie, preparar magdalenas virtuales o pintar y diseñar los próximos vestidos de la muñeca son otras de las posibilidades que ofrece la casa.

Las niñas están encantadas con la casa de su muñeca favorita, pero para Stevie Meriel Schmeidel, presidenta de la asociación Pinkstinks de Alemania, es la forma de potenciar la belleza y la moda lo que hace de la Casa de los Sueños de Barbie una mala iniciativa.

El batallón de los perdedores

El batallón de los perdedores

Han pasado siete años desde que Germán Buenaventura se nos presentara como un plumilla con aspiraciones a escritor consagrado en La novela de un novelista malaleche. Ahora es un hombre casado, padre de cinco hijos, periodista y editor en La Medusa. Todavía mantiene relación con don Arturo Ballesteros, que en esta ocasión le pide que le escriba un libro, que se convierta en su negro. El mafioso pretende ganar un certamen literario que se otorga en Málaga presentando una novela histórica sobre la guerra civil española, pero Germán atraviesa un periodo de sequía creativa y convence a su primo Ramón para que sea él quien realice el encargo. Ramón tampoco anda muy inspirado que digamos y consigue que su novia Bea le ayude; al final es ella la que escribe la novela.

El batallón de los perdedores es el nombre de la novela que escribe Bea y, a su vez, el de la novela que leemos nosotros. También es un plagio del relato escrito por el protagonista de la novela Soldados de Salamina, de Javier Cercas. Todo un embrollo que se resuelve con inteligencia y humor ocurrente. Nombres reales y personajes ficticios recorren esta historia confeccionada con retales diversos, una almazuela que se podría encuadrar dentro de la denominada “escritura trasversal”, “literatura anfibia” o “anti-género” porque transgrede las normas, si es que existen, para hacer una novela. El autor intenta despistarnos, hace que dudemos entre la ficción y lo auténtico, se mimetiza con su personaje y alter ego.

Salvador Gutiérrez Solís aprovecha la oportunidad que le brinda esta novela para hacer un retrato veraz del mundo editorial, los concursos literarios y las modas en la literatura. Toca el tema del plagio, de las envidias y rencillas entre escritores, resumiendo, no deja títere con cabeza. También describe de forma cruda la miseria y los trabajos que acompañan a cualquier escritor, obligado a malvivir entre colaboraciones, charlas, críticas amañadas, presentaciones de libros y otros saraos y condenado a prostituirse escribiendo lo que se vende si es que quiere comer.

 

Titulo de la obra: El batallón de los perdedores

Autor: Salvador Gutiérrez Solís

Editorial: Berenice

Año: 2006

Páginas: 260