Primavera
Aunque nadie te busque ya, te busco.
Reencontrarse con un libro es hermoso. Mirarlo, echarle un vistazo, releer el título de sobra conocido, tomarlo entre las manos, olerlo incluso. Titubear al abrirlo ante el temor de destapar así el frasco de la esencia, el recuerdo de una infancia remota que vuelve al ver Primavera. No es fácil regresar al pasado y lo que ocurre es un milagro. La belleza de este libro se encuentra en mi mirada, que me muestra sus páginas y espera hacerme sentir emociones nuevas y revivir las que guardo en la memoria.
0 comentarios