Somos dos, aunque fuimos un millón
Somos dos, aunque fuimos un millón.
Dos que se funden en uno desintegrados en añicos.
Juntos intentamos recomponer la vida
pero no quisimos reconstruir el pasado
nos pusimos a crear un presente
con los restos de unos cristales
a los que fuimos limando aristas.
Ahora tenemos un bello espejo
donde se reflejan sonrisas y esperanza,
la ilusión por compartir en uno
los millones de trozos que aún somos.
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