Con las manos en la mesa
Juan Revenga Frauca, dietista-nutricionista y biólogo, ha escrito Con las manos en la mesa, un libro estupendo sobre comida. Con una amplia base de conocimientos científicos desenmascara los mitos y falsedades que circulan en torno a la nutrición y los alimentos, nos enseña qué y cómo comer, resuelve dudas sobre la eficacia de los regimenes y disipa empanadas mentales. Todo esto lo consigue exponiendo sus teorías de forma clara y divertida, aplicando más el sentido común que el razonamiento científico. El resultado es una obra instructiva que se lee con interés y deleite.
Se empieza desterrando una expresión que no se ajusta a la realidad; “Los alimentos no engordan”. Quienes engordamos somos las personas, si la ingesta de calorías que tomamos es superior a la energía que consumimos.
El aceite de oliva no es el mejor que podemos emplear, pese a las bondades que nos ponderan las empresas olivareras. El aceite de colza aporta más vitamina E y omega3 y tiene menor cantidad de grasas saturadas, pero en España quedó proscrito de nuestra dieta tras el síndrome del aceite tóxico (aceite de colza adulterado).
El colesterol no es tan malo como lo pintan. De hecho, nuestro organismo lo necesita y lo fabrica para calcificar los huesos y producir determinadas hormonas sexuales y la bilis. El problema del colesterol es tener más del que se requiere.
Pese a que en la década de los 70 estuvo en boga el planteamiento de que tomar una cantidad moderada de vino en las comidas resultaba de lo más saludable, estudios actuales refrendan lo contrario: nunca debería apoyarse el consumo de bebidas alcohólicas, menos aún tomando la salud como pretexto.
El agua no ayuda a adelgazar, únicamente sirve para hidratarse. No disuelve la grasa del tejido adiposo, no nos deja esbeltos ni es obligatorio beber 3 litros diarios, como algunos creen.
Todos los yogures contienen idénticos microorganismos activos, no importa de qué marca sean. Todos son exactamente iguales, aunque no cuesten lo mismo.
Seguro que a la bandeja de su correo electrónico ha llegado un mensaje en el que le advierten de que en la base de los tetrapaks de leche aparece un número que indica la cantidad de veces que esa leche se ha puesto a la venta, ha sido retirada a punto de caducar y se ha reciclado antes de ponerse de nuevo a la venta. No crea una palabra. Es un bulo.
Hay otros patrones tan saludables o más que la dieta mediterránea. Ningún alimento previene el riesgo de padecer cáncer. Las bebidas de cola no aflojan tornillos ni desatascan tuberías. Los alimentos ecológicos no superan en contenido de vitaminas y minerales a los que no lo son.
¿Cuál es la dieta ideal, la de la piña, la del pomelo o la de la alcachofa? Ninguna de las dietas denominadas depurativas es recomendable porque restringen la ingesta de alimentos y la reducen a comer solo un tipo de fruta, por lo que el organismo deja de estar bien nutrido.
Señoras, señores, lean Con las manos en la mesa y comprobarán cuánto nos embaucan, además aprenderán a comer como es debido y, por ende, sin engordar.
Título: Con las manos en la mesa
Autor: Juan Revenga Frauca
Editorial: 1001 ediciones
Páginas: 192
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