Apóstoles de la verdad

Cada día son más las personas que se animan a escribir un blog en el que tratan temas de actualidad con ecuanimidad y rigor. Y cada vez son más los lectores que buscan información veraz a través de este medio.

Desde hace algún tiempo los periódicos y los profesionales de la información no cumplen con su obligación como deberían y casi todos vulneran preceptos tan altos como veracidad e independencia para servir a intereses ideológicos, publicitarios o de mercado. El amor a la verdad ya no es el leif motive del periodista, que puede servir a intereses personales, a tendencias políticas... La información contrastada y sometida al canon periodístico queda supeditada en ocasiones al deseo de complacer al público aceptando la demanda.

El lector exigente sabe que cualquier periodista tiene sus servidumbres por ser un estómago agradecido, sin embargo, el blog permite la preciada independencia a la hora de expresar realmente lo que se piensa sin cortapisas y un análisis profundo: cuantitativo y cualitativo de los hechos.

Los blogs ganan adeptos ante un periodismo que pierde capacidad de persuasión y respeto. La línea editorial, los hechos que narra, y también los que omite describir un diario construyen un mundo según sus puntos de vista y ésta es una interpretación de la realidad restringida que debe ampliarse recurriendo a otras fuentes.