La megalomanía de Aznar
Andaba nuestro ex presidente Aznar por tierras mexicanas, haciendo promoción de su libro escrito por un amanuense, cuando conoció la noticia: en España nos habíamos enterado de que pagó dos millones de dólares de nuestro dinero para comprarse la medalla de oro del Congreso de los EEUU. No tengo nada que negar ni que afirmar. Simplemente digo que algunas afirmaciones que se hacen al respecto me merecen desprecio, declaró al respecto.
Desprecio produce también su altivez y prepotencia, esa chulería patológica que no le abandona, su desfachatez y egolatría. Cualquiera que tenga un mínimo de vergüenza se sonrojaría al ser sorprendido comprando honores inmerecidos con dinero ajeno, pero él no. Él es un megalómano. Su gobierno contrató a un lobby de Washington por el sistema de imperiosa urgencia (sin contratación pública optando entre al menos tres empresas) para que se encargara de las gestiones pertinentes destinadas a adjudicarse un reconocimiento internacional. No solo eso, pidió que se modificara la factura original en la que se describen los servicios prestados por los abogados. En la segunda y definitiva desaparece el encabezado del título que era medalla de oro del Congreso y se cambia por asuntos varios del Congreso, también se rectifica la mención al discurso del presidente Aznar por del presidente del Gobierno de España. Este documento se guarda en la Secretaría de Asuntos Exteriores.
No es necesario acusar a Aznar, el simple relato de sus actuaciones basta.
Desprecio produce también su altivez y prepotencia, esa chulería patológica que no le abandona, su desfachatez y egolatría. Cualquiera que tenga un mínimo de vergüenza se sonrojaría al ser sorprendido comprando honores inmerecidos con dinero ajeno, pero él no. Él es un megalómano. Su gobierno contrató a un lobby de Washington por el sistema de imperiosa urgencia (sin contratación pública optando entre al menos tres empresas) para que se encargara de las gestiones pertinentes destinadas a adjudicarse un reconocimiento internacional. No solo eso, pidió que se modificara la factura original en la que se describen los servicios prestados por los abogados. En la segunda y definitiva desaparece el encabezado del título que era medalla de oro del Congreso y se cambia por asuntos varios del Congreso, también se rectifica la mención al discurso del presidente Aznar por del presidente del Gobierno de España. Este documento se guarda en la Secretaría de Asuntos Exteriores.
No es necesario acusar a Aznar, el simple relato de sus actuaciones basta.
0 comentarios