Insomnio
Durante la madrugada, las palabras brotan como impulsos eléctricos. El insomnio es destructivo para el cuerpo, pero sumamente creativo. Sola. A las tantas. En guerra contra el papel. Seguro que los malvados no duermen nunca, dedican la noche a maquinar sus ignominias. Los escritores y el insomnio somos una combinación indisoluble.
Escribir es un dolor que libera el alma y eleva el espíritu. El escritor es un duelista en eterna liza con su pensamiento, porque, el muy cabrón, nunca se deja dominar. A veces, solo a veces, cambiaría de vida, porque la literatura es una forma de morir.
Esta madrugada amanece entre las contracciones rítmicas de las palabras que nacen. Los pájaros están despiertos. La ciudad bosteza. Una campana vierte su tañido en el silencio. El agotamiento vence a los ojos. En la vida de cualquier escritor hay una noche en vela, una madrugada de papel en blanco esperando teñirse de tinta.
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