Contempla el rebaño
En uno de sus ensayos, "El uso y abuso de la Historia", Nietzsche expone una reflexión simple pero devastadora: "Contempla el rebaño que ante ti se apacienta. No sabe lo que es ayer ni lo que es hoy; corre de aquí para allá, come, descansa y vuelve a correr, y así desde la mañana hasta la noche, un día y otro, ligado inmediatamente a sus placeres y dolores, clavado al momento presente, sin demostrar ni melancolía ni aburrimiento. El hombre contempla con tristeza semejante espectáculo, porque se considera superior a la bestia, y, sin embargo, envidia su felicidad".
Contemplando cómo el hombre se afana de manera compulsiva en abarcarlo todo, sin cuestionarse si en verdad es útil lo que hace, si tiene algún sentido esta actividad que lo vuelve tan infeliz, uno se pregunta si la verdadera inteligencia no radicará precisamente en disfrutar el presente sin analizar un entorno cuya comprensión se nos escapa.
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