Superwoman
Nunca me ha gustado el término superwoman por lo que tiene de irreal. La meta de algunas mujeres es representar el papel de perfecta ama de casa, madre ejemplar, esposa maravillosa, impecable profesional... Tocar tantos pitos y, encima, pretender tocarlos bien es un ideal legítimo, pero que no pasa de ser una ilusión, un espejismo. Porque, en realidad, las superwoman no existen.
Levantarse temprano y acostarse tarde para apurar cada minuto de un día interminable y fatigoso. Demostrar que puedes con lo que te echen. Sacrificar tu vida para atender las necesidades de los demás. Negarse a recibir ayuda para que no parezca que estás fallando. Obligarse a cumplir expectativas propias y ajenas. Sólo una perfecta gilipollas puede creer que ser mujer es esto.
Cansada, harta, irritable, sin tiempo para sí misma, persiguiendo imposibles, depresiva, sin haber aprendido a decir "no", creyéndose insustituible, aislada, con la autoestima bajo mínimos... Así no se es superwoman. Así se cae en un estado depresivo, se rompen los vínculos afectivos, te conviertes en un robot programado para no parar mientras quede algo por hacer. Lo peor es que la superwoman asume este rol con gusto y por propia voluntad, nadie la somete a esta tortura que la hace sentirse orgullosa.
Algo falla, pero la superwoman es incapaz de ver su situación real. Está acostumbrada a desoír las llamadas de alerta que emite su cuerpo extenuado y a ocultar por vergüenza sus debilidades. Quiere abarcarlo todo. Tiene que descubrir que puede vivir de otra manera, sin ese nivel de exigencia que se impone, sin gastar toda su energía haciendo que su pequeño mundo funcione a la perfección y a costa de su salud y de su felicidad.
1 comentario
Danuto -
Y con ellas, nosotros ;)