Adivinanza

Cuando nuestra personalidad se siente expuesta a un entorno hostil y al que difícilmente puede enfrentarse se defiende con una especie de coraza a la que denominaríamos complejo de superioridad, una actitud que en la mayoría de los casos esconde timidez y miedo hacia los otros y con la que se intenta disimular la propia debilidad. Se trata de una autojustificación, un elaborado plan de adoración al yo en el que se sobrevaloran las propias aptitudes y se termina siendo el cacique de sí mismo, procurando ejercer el dominio sobre los demás.

Un individuo con complejo de superioridad está convencido de su privilegiada posición respecto a otras personas. Sus opiniones son dogmas que no admiten discusión, jamás se equivoca, y si le convencen de cualquier error nunca lo reconocerá y, por lo tanto, no se excusará; le agrada sentirse imprescindible en cualquier plano de actividad, ser consultado y requerido por cualquier trivialidad, esto le lleva a convencerse de que es un ser de inestimable valor.

Si no es complacido en todos sus caprichos va acumulando una carga de rencor que estallará en cualquier momento, sus cóleras son temibles. Se presenta como víctima de una sociedad que intenta acorralarle. Los razonamientos referentes a su equivocada actitud son un dardo que se estrellará en la muralla de su personalidad sin causar el menor daño, puesto que es un ser convencido de sus propios valores.

¿Qué político español considera descrito con esta definición?