Justo el invento que nos faltaba
Microsoft está pendiente de que se apruebe la patente para un nuevo sistema que controlará el uso que los empleados dan a sus ordenadores durante su horario laboral. Algunos de los datos que se obtendrán gracias a este sistema son el tiempo dedicado al correo, a navegar por Internet o a los procesadores de texto. También las conversaciones que se producen dentro de la oficina, los gestos y el vestuario que se utiliza en una reunión de negocios. Con tal fin, se empleará la tecnología del popular sensor Kinect y en caso de que algún trabajador tenga un comportamiento que la empresa considere inadecuado, alertará al departamento de recursos humanos.
Microsoft asegura que en este sistema es todo positivo: con él los empleados pueden confiar más en sí mismos, mostrarse más felices y actuar conforme a lo que el departamento de recursos humanos estima buenas prácticas. Lo que Microsoft considera ventajas, facilitará la tarea del departamento de recursos humanos a la hora de evaluar a los trabajadores, pero no deja de ser una forma de violar la intimidad de la persona y vulnerar sus derechos. Orwell se quedó corto en sus previsiones.
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