Ortorexia
Psicólogos y nutricionistas han dado la voz de alarma ante un nuevo problema alimentario denominado ortorexia: obsesión por comer productos sanos. En Estados Unidos ya hay un 2% de la población aquejada de este trastorno. En España no hay estudios sobre el tema, pero según Javier Aranceta, profesor de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Navarra, la patología se percibe como una "moda emergente" de "autistas alimentarios, abocados a la infelicidad" y asegura que de aquí a unos años se equiparará en casos a la obesidad, la anorexia o la bulimia. Los peligros para la salud pueden ser graves, el ortoréxico se atiborra de un determinado tipo de productos y excluye de su dieta "el 80% de otros alimentos que son más saludables y básicos para el organismo".
Los síntomas son: Pasarse horas en el supermercado leyendo la composición de los alimentos y comprar únicamente los que son ecológicos, dietéticos, integrales, sin aditivos, conservantes, pesticidas ni herbicidas. Evitar las comidas sociales para no ingerir ningún producto "prohibido". Sentirse tremendamente culpable si se toma comida "impura". Planificar escrupulosamente cada plato que se prepara.
Los candidatos a sufrir esta enfermedad son personas que padecen baja autoestima, miedo al rechazo; los muy exigentes y perfeccionistas; los jóvenes y quienes practican deportes cuya finalidad es obtener un cuerpo perfecto. También aquí la religión del culto al cuerpo y el bombardeo publicitario de productos sanos y enriquecidos contribuyen a acrecentar el problema.
Bulímicos, anoréxicos, vigoréxicos, ortoréxicos, adictos a la comida basura, comedores nocturnos... Existe todo un muestrario de enfermedades relacionadas con la comida cuyo origen subyacente común radica en carencias afectivas o problemas emocionales, autopercepción corporal errónea y una baja autoestima. Un tipo de enfermedad mental compleja, ignorada, estigmatizada, poco comprendida y sumamente seria.
0 comentarios