Mercado de arte
La educación escolar de Adolf Hitler Pölz se desarrolló en diferentes escuelas de la localidad austriaca de Braunau am Inn hasta llegar a la escuela de Artes y Oficios de Linz. La infancia de Adolf no fue precisamente feliz, su padre, Alois Hitler, era un tipo violento, alcohólico y mujeriego, que propinaba palizas a su esposa y a sus hijos. Su madre, Klara Pölz, era la tercera esposa de Alois y veintitrés años más joven que él, tuvo seis hijos de los cuales sólo sobrevivieron Adolf y Paula y tal vez por haber perdido a la mayoría de las criaturas, Klara se volvió muy protectora y creó un especial vínculo afectivo con su hijo; esta complicidad era contemplada con celos por Alois y envenenaba el ambiente familiar. Hitler era un alumno bastante inteligente que se aburría en clase y no lograba hacer amistades, por lo que se refugiaba en la pintura y en sus sueños de llegar a ser un gran pintor. Esta ambición le enfrentaba continuamente con su progenitor y en su “Mein Kampf”, Adolf Hitler recuerda la discusión con su padre cuando le propuso abandonar la Realschule para dedicarse a los estudios artísticos: “Mi padre se quedó atónito. Asombrado, exclamó: ¿Un pintor?, ¿un artista…? Pensó que estaba loco o que no había oído correctamente mis palabras o, quizás, que las había malinterpretado. Pero cuando le expliqué mis ideas y lo serio de mi decisión se opuso con la tenaz determinación que le caracterizaba. ¡Artista! No, mientras yo viva, ¡nunca!”
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