Mi sueño
Cuando después de haberlo comprado todo bajo los efectos de la fiebre consumista, de que los injertos y los gimnasios nos hayan reconstruido por fuera cual adonises griegos, de haber tragado ingentes cantidades de bazofia cultural mal digerida, de ser ciudadanos resignados ante los despropósitos de quienes nos gobiernan, de que nuestros sueños rotos nos dejen sin esperanzas ni utopías posibles, cuando ya nada pueda ir a peor, aparecerá por fin una generación de nuevas y buenas personas, unos individuos regenerados por el amor a los demás que ya no rendirán culto al amor propio. Entonces seremos magníficas personas.
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