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Cierzo

La jota

La jota Los orígenes de la jota son dudosos.

La jota se llama jota,
porque la inventó Aben-Jot
y se llama aragonesa,
porque aquí se bautizó.

Una leyenda, que los investigadores aseguran falsa, dice que el moro Aben-Jot, al ser desterrado de Valencia, llega a Calatayud y da a conocer una melodía de su invención a la que denominaron jota. Se supone que este origen es falso porque la voz “jot” no existe en árabe clásico como nombre común o apellido y “aben” significa hijo ó descendiente.

Ciertas fuentes aseguran que el origen y la antigüedad de la jota no se remontan más atrás del siglo XVII. Ribera Tarragó afirma que la jota, y todos los aires regionales, tienen su fuente en las cantigas de Alfonso X El Sabio, aunque una autoridad en el tema, como Demetrio Galán Bergua, sostiene que “los sueños de Ribera, carecen de toda consistencia”. Se dice incluso que la jota tiene inspiración canaria. El nombre de jota aparece entre las postrimerías del siglo XVII y comienzos del XVIII. Hasta entonces, ni en El Quijote de Cervantes, que hace referencia a 17 danzas, se menciona a la jota; ni tan siquiera cuando sus héroes llegan a la ínsula Barataria, en las proximidades del Ebro.

Por lo que respecta a la raíz del vocablo, hay quien lo relaciona con la palabra árabe “sota”, que significaría saltar, brincar rítmicamente. Este vocablo nos remite al Arcipreste de Hita, que emplea el verbo “sotar” en el “Libro de los Cantares”. Pero la palabra jota, como la conocemos hoy, se halló consignada por primera vez en un manuscrito de finales del siglo XVII, procedente de Ávila, que se titulaba “Cifras para Arpa”, y que en el folio 25 encabezaba este título: La Jota.

Para poder datar su nacimiento, era necesario encontrar la primera partitura de la jota, y la búsqueda se le encomendó a Gregorio Arciniega, maestro de capilla en 1940. Gracias a su arduo trabajo revisando cientos de legajos polvorientos, se produjo el hallazgo en 1946, en el archivo musical de la Basílica del Pilar, donde se encontraban varios villancicos dedicados a la Virgen del Pilar compuestos por Josep Ruyz de Samaniego, que fue nombrado maestro de capilla del Pilar el 27 de septiembre de 1661. Así apareció una partitura vieja, de escritura antigua, titulada “De esplendor se doran los ayres” y firmada por Samaniego en 1666, que presentaba los compases característicos de la jota. El maestro Arciniega hizo una acertada trascripción a la notación moderna siendo fiel al original, con dos coros, solistas y orquestación, La versión de tan preciada obra se dio a conocer en la Fiesta de Exaltación del Folclore Aragonés, en la noche del 12 de Octubre de 1946, la interpretó el Orfeón Donostiarra y la Orquesta Sinfónica de Zaragoza. La letra dice así:

De esplendor se doran los aires
y el cristal del Ebro se argenta,
que a media noche un sol
su curso empieza.
Las luces se avecinan,
se ahuyentan las tinieblas,
el prado ostenta flores,
el Cielo esconde estrellas.

La letra es de autor desconocido.

Hoy es la fiesta mayor de mi pueblo: Zaragoza. Ahí van, pues, estos apuntes sobre la historia de la jota aragonesa. El dibujo del baturro es de mi colega Danuto.

1 comentario

antonio lopez peña -

Yo tuve el placer de cantar esta jota - villancico, en una version a 16 voces corales, como baritono del Orfeon Universitario de Zaragoza, en 1969, siendo directora del Orfeon Doña Julia Baldovinos. Es para mi un recuerdo muy querido.