El Papa se muere
Me indigna el tratamiento informativo que se le está dando a los últimos días del Papa. Ese casi regodeo retratando la infame condición de nuestro barro. El Papa se muere, como millones de personas mueren cada día sin que nadie les preste ninguna atención. Pero el Papa se muere encuadrado por el objetivo de una cámara, rodeado de médicos especialistas, de la plana mayor de la Iglesia católica, de millones de feligreses. Otros mueren en la más absoluta soledad, en la más absoluta miseria. Y supongo que ellos también son hijos de Dios. Aunque quizá sean en realidad los hijos putativos de Dios.
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