Una limpiadora de la galería nacional de arte británico Tate Britain tira una bolsa de basura al contenedor de deshechos. La bolsa en cuestión es un trabajo del artista alemán Gustav Metzger titulado Nueva creación de la primera presentación pública de un arte autodestructivo, contenía trozos de cartón y periódicos viejos y la habían colocado sobre una mesa con desperdicios, su pérdida obligó al conservador del museo a remover cielo y tierra hasta dar con ella. La bolsa fue recuperada, pero con daños irreparables que han obligado al artista a rehacerla. Ya lo dijo Baudelaire: No echéis perlas a los cerdos. ¿A quién se le ocurre contratar a señoras de la limpieza que no distinguen entre una valiosa obra de arte y una vulgar porquería?
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