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Cierzo

Marte

Marte El dos de junio partió hacia Marte la sonda espacial Mars Express, un ingenio europeo que tiene como misión buscar restos de agua en el congelado suelo marciano. Desde Cabo Cañaveral saldrá con idéntico destino la sonda estadounidense Spirit y hacia allí se dirige también el satélite meteorológico japonés Nozomi. Se prepara una auténtica invasión de artefactos terrícolas para descifrar los misterios de un planeta que desde hace tiempo despierta el interés de los científicos por ser el más parecido a la Tierra de todo el Sistema Solar.

Hace seis años la excursión de unos metros por el desierto de Marte del robot Sojurner supuso un acontecimiento mundial, ahora el robot Beagle 2 taladrará el suelo marciano a la velocidad de un centímetro por hora para extraer muestras que podrán ser analizadas in situ por un laboratorio que incorpora el ingenio.

Los investigadores están muy ilusionados con este proyecto, pero los precedentes de anteriores aventuras por Marte no son nada buenos. La mitad de las sondas espaciales que se han enviado a Marte no llegaron a su destino, otras estallaron en la fase de despegue, se perdieron, pasaron de largo o se estrellaron contra la superficie. El fallo más sonado ocurrió hace cuatro años cuando el satélite meteorológico Mars Climate Orbiter se desintegró en la atmósfera porque los técnicos confundieron las unidades métricas de sus cálculos: metro/kilo, con las angloamericanas: pies/libras. El artilugio actual tiene un incierto futuro porque, en los ensayos, los globos que amortiguarán su impacto contra el suelo en el momento del aterrizaje se han reventado siempre. También hay que esperar que las condiciones meteorológicas permitan que la sonda no sufra ningún percance a causa de los tornados o las bajas temperaturas.

Marte ejerce una extraña fascinación en los seres humanos, el planeta rojo ya llamó la atención de los antiguos romanos, que lo veneraron como dios de la guerra, en el siglo XVIII se creía que en el planeta vivía una civilización superior de seres agresivos, ahora el planeta está tan cerca de la Tierra que se divisa a simple vista en el cielo de la noche y millones de personas se pertrechan de prismáticos y telescopios para echarle un vistazo a esa luz brillante que nos tiene encandilados.

Se ha invertido un dineral en este proyecto marciano y a mí me parece bien que se investigue, no me opongo al progreso, pero pienso que, en vez de poner los ojos en Marte, podríamos dedicar más tiempo a mirar la Tierra y a resolver los problemas que en ella acontecen. ¿Hay agua en nuestro planeta o estamos rodeados de líquidos fecales? ¿La atmósfera terrícola es respirable? ¿Existe vida inteligente en la Tierra? Son cuestiones que aún quedan pendientes de una respuesta.

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