El reparto de la tarta

Iraq sale a subasta pública en el mercado internacional. Estados Unidos ha elaborado un plan económico para el país en el que se autoriza la propiedad extranjera hasta el 100% en todos los sectores, excepto en los recursos naturales, o sea, el petróleo. Bancos extranjeros podrán adquirir el 50% de bancos iraquíes y las empresas no están obligadas a depositar sus fondos en ninguna institución iraquí. El liberalismo económico, que sustituye al estatalismo de Sadam Husein, puede llevar a la quiebra a todos los pequeños comerciantes privados de Iraq, como consecuencia crecerá el paro en una sociedad en la que lo padece la mitad de la población, aumentarán las mafias, la delincuencia, así como la desesperación y la impotencia de los ciudadanos. Además, estas reglas pueden cambiar de instaurarse un gobierno soberano iraquí, por lo que las empresas se lo tendrán que pensar antes de correr el riesgo de invertir en un país donde la inseguridad es muy alta. Los efectos de este plan económico ideado por el procónsul en Bagdad, Paul Bremer, son fáciles de imaginar.