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Uno más en la familia

Uno más en la familia En Indonesia, en una cueva de la Isla de Flores, tres investigadores australianos han descubierto una nueva especie humana de pequeñas dimensiones a la que han denominado "Homo floresiensis". El Homo floresiensis parece ser una curiosa variedad de Homo erectus, con una estatura de un metro y 380 centímetros cúbicos de capacidad craneal, vivió hace sólo 18.000 años, lo que indica que coexistió, al menos en el tiempo, con el hombre moderno.

El hallazgo de este fósil ha abierto un debate entre los paleontólogos, que no salen de su asombro. Si los rasgos de esta nueva especie les parecen extraños, más les desconcierta lo descubierto sobre su modo de vida: pese a ser del tamaño de un chimpancé, se dedicaban a la caza mayor. Entre sus capturas: grandes lagartos, serpientes, tortugas, ranas, roedores y murciélagos, destaca un antepasado de los elefantes llamado Stegodon. Algunos de los huesos de estos animales se han encontrado carbonizados, lo que indica que el Homo floresiensis conocía el fuego. Aunque lo más sorprendente es que fabricaba herramientas de piedra específicas para despellejar, descuartizar, curtir o para perforar.

Al paleontólogo español Juan Luis Arsuaga le extraña muchísimo que un ser tan pequeño y tan poco evolucionado fuera capaz de tallar herramientas y cazar elefantes, como proponen los investigadores australiano e indonesios. "Enanos con cerebro de chimpancé y tecnología moderna que cazan elefantes. Es increíble", ha comentado. “Nosotros (el Homo sapiens) llevábamos ya miles de años haciendo pinturas muy evolucionadas en Europa cuando vivió este enano, y nuestra especie llegó a Australia hace 40.000 años". "No se sabe cuándo llegó esta última especie a la isla, pero se puede pensar que la industria es suya y que fue la especie que causó la extinción de los pigmeos", añade.

Pero, si no fueron los Homo sapiens, ¿de dónde salió esta tecnología? ¿Acaso la crearon los Homo floresiensis con su pequeño cerebro? ¿O la inventaron sus ancestros, los Homo erectus, cuando llegaron a la isla de Flores hace más de 100.000 años? Entonces, ¿cómo se explica que los neandertales y los Homo erectus, con medio mundo de distancia entre ambos, inventaran tecnologías tan semejantes? "Lo fascinante de esta investigación es que, la mires desde el ángulo que la mires, siempre hay algo que no encaja", señala el arqueólogo Robert Sala.

Salvador Moyà, del Institut Paleontològic Miquel Crusafont de Sabadell, considera que el esqueleto objeto de debate "puede corresponder a un espécimen con un trastorno del crecimiento”, por lo que habría que esperar a descubrir más fósiles para averiguar si se trata de un caso patológico o si realmente nos encontramos ante una nueva especie.

El hombre de Flores será sometido a un análisis del ADN mitocondrial gracias a su buen estado de conservación y esta prueba permitirá conocer su grado de diferencia con los humanos actuales y datará con cierta precisión su origen y evolución. De estos resultados depende que el Homo floresiensis se quede en una mera curiosidad en la historia de la evolución o represente un miembro más de la diversidad humana.

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