Algo no funciona
El BCE nos mantiene con la soga al cuello a los países del sur de Europa, pero se permite gastar 1.200 millones de euros en la construcción de su nueva sede en Frankfurt: dos rascacielos de 185 y 165 metros de altura. Los coronará una gran antena y así alcanzarán una altura de 220 metros. Los materiales de construcción le costarán al contribuyente 200 millones de euros más de lo calculado y la factura total todavía subirá 150 millones extra por cambios en la licitación de obras e imprevistos.
El BCE controla nuestros gastos, pero es incapaz de controlar los suyos. Las obras de su sede costarán 350 millones más de lo previsto, una desviación superior al 41%.
*Banco Central Europeo en Frankfurt. Foto: Kai Pfaffenbach. Reuters.
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