Poisson
Las teorías neoliberales que nos ha traído la crisis no solo afectan a la economía, también incluyen a la genética. Así se explican argumentos como el expuesto por el presidente de la CEOE, que llegó a decir que es una tontería gastar en educación pública pues los que son torpes, lo son por sus genes y no por falta de educación.
Los genes y solo los genes determinan la inteligencia. Los hijos de padres inteligentes serán, a su vez, inteligentes. Al heredar buenos genes tendrán el éxito garantizado. Mientras que los pobres fracasados están condenados irremediablemente a perpetuar su estirpe de parias.
Triste panorama para quien no conozca la distribución de Poisson, que en el siglo XIX ya sabía que una distribución de probabilidad controla todos los sucesos raros, incluido el éxito.
Azar, ambiente y genes mezclados en la coctelera nos hacen ser quienes somos.
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