Equanimal
Cada año mueren en España en experimentos 626.598 animales (1). Cada minuto un ratón muere por la experimentación. Pero también son usados los conejos, ratas, cerdos, ovejas, cabras. No escapan a este tormento 904 perros ni 435 gatos cada año solamente en España. Pero estas cifras no son capaces de representar el sufrimiento de todos esos animales. Su muerte pone fin a días, semanas, meses o años de padecimientos, de dolor y de sufrimiento. A los conejos se les aplican sustancias corrosivas de cosmética en los ojos (test Draize) y también de limpieza del hogar sobre su piel previamente afeitada; a los perros se les fracturan huesos y se les disecciona el vientre; a los ratones y ratas se les inducen enfermedades, se les inyectan sustancias contaminantes, se les obliga a ingerir tóxicos; con los cerdos y los monos se prueban explosivos; a los gatos se le introduce electrodos en su cerebro.
Cada día de la vida de estos animales es un día de sufrimiento. El resto de su tiempo lo pasan encerrados en jaulas día y noche, sitios sin espacio para correr, sobre metal o plástico y sin relacionarse apenas con otros animales. Lamentablemente sólo salen de sus jaulas para otra prueba o para morir.
La cosmética, la industria química, la farmacología, los estudios de psicología, el ejército..., son algunos de los lugares en los que los animales son empleados para demostrar cosas que muchas veces ya están demostradas o simplemente para seguir investigando de manera rutinaria.
Las alternativas a todo este sufrimiento están al alcance de la mano. Son además exigidas por la donde se establece que "no deberá realizarse un procedimiento, si se dispone de otro método científicamente satisfactorio y contrastado, que permita obtener el resultado perseguido sin la utilización de animales" ley (2). Pese a este reconocimiento explícito del sufrimiento de los animales son los intereses económicos y la inercia en la investigación las que siguen manteniendo esta situación. No se fomentan las alternativas porque hay empresas e investigadores que deberían cambiar sus productos o sus métodos y, en consecuencia, no surgen las alternativas. Es hora de parar esto. Equanimal, con tu ayuda, no cesará de trabajar por ello.
(1) Fuente: Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (2004).
(2) Real Decreto 1201/2005, artículo 16.
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