Lo que faltaba
Por si los trabajadores estábamos poco puteados, explotados y desprotegidos frente a los abusos de los empresarios, ahora, en el caso de las mujeres, a esta lista de agravios hay que sumarle uno que no tiene nombre. La camarera de un restaurante gerundense irá a juicio en breve porque, según manifiesta, su jefe la obligaba a abortar para renovarle el contrato laboral. El sindicato UGT, por boca de la secretaria de Política Social, Ocupació i Dona de las comarcas de Girona, Dolors Bassa, manifiesta que éste es el único caso que se denuncia formalmente, pero que hay otras cinco mujeres en la misma situación que no han querido interponer denuncia contra la empresa en la que trabajaban.
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