Madrid es una orgía de luces de colores

Vi al señor Gallardón, alcalde de Madrid, muy sonriente en el Telediario. Estaba inaugurando la iluminación navideña de la capital, que ha sido diseñada este año por creadores de la talla de Ágatha Ruiz de la Prada o Devota & Lomba y en la que han intervenido un escenográfo y varios arquitectos.

Unos ocho millones de bombillas distribuidas por diferentes barrios de la ciudad consumirán 2.031.500 kilowatios/hora, o lo que es lo mismo, 227.000 euros en electricidad, que desde del 24 de noviembre hasta el 6 de enero representan 3,5 millones de euros y 1.036 toneladas de dióxido de carbono vertido a la atmósfera por las centrales térmicas para producir el 50% de esta energía. A mí me parece una barbaridad, pero la Confederación de Empresarios de Comercio Minorista, Autónomos y de Servicio de la Comunidad de Madrid (CECOMA) considera "insuficiente" el número de calles iluminadas.

"Será un derroche de luz, pero no un derroche energético", se apresuró a matizar el alcalde. Si usted lo dice.