A 20 minutos de la realidad
La cosa empezó cuando Janet Jackson enseñó un pecho durante el descanso del partido de la Super Bowl norteamericana el año pasado. Desde entonces la realidad se transmite en diferido, con 20 minutos de retraso. La ceremonia de entrega de los Oscar o el juicio contra Saddam Hussein se ofrecen televisados en un falso directo y con un margen de tiempo reservado para censurar lo que no conviene que se sepa. Ésta es la democracia de Bush, la libertad de prensa en los Estados Unidos.
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