Escuelas del pensamiento

Básicamente existen tres grandes escuelas del pensamiento que no dejan de imaginarse el futuro.

La escuela catastrofista: Nos pinta un futuro entre tinieblas y nos recuerda que el mundo se sumirá pronto en la nada.

La escuela optimista: Mucho menos numerosa que la anterior, pero en la que todos militamos ni que sea unas horas al día, celebra entre jolgorio y cava la llegada del nuevo año. Esta escuela intenta hacernos creer que la Tierra será un paraíso donde la tecnología más puntera nos hará la vida fácil. Finalmente, el hombre podrá dedicarse a ser feliz mientras complacientes robots hacen todo el trabajo ingrato.

La escuela lógica: La más verosímil, la más obvia, nos dice que el futuro será una continuación del presente, de este presente.

Cuando arrancamos la última hoja del almanaque, somos más conscientes del paso del tiempo, pero también nos damos cuenta de que no ocurre nada, que el mundo sigue girando, que el orden de las cosas no se trasmuta con el cambio de calendario.

Cada año nuevo es semejante al año anterior, aunque siempre lo iniciemos con esperanza e ilusión.