Novia Tamagotchi
Llevamos un ritmo de vida tan ajetreado que nos falta tiempo hasta para ligar. No nos quedan horas para dedicarle a una pareja real, pero podemos dedicarle unos minutos a una compañera virtual.
Una empresa de Hong Kong ha diseñado un nuevo juego para teléfonos móviles de tercera generación que incluyen video. El juego consiste en ligar con una chica que desarrolla actividades y conductas similares a las humanas. Hay que conseguir una cita con la dama, ganársela a base de regalos virtuales: flores, diamantes..., tenerla contenta enviándole cariñosos mensajes. Si la chica considera que los regalos son baratos o escasos, que no se le presta la atención suficiente y no se la trata como merece, te manda a paseo sin contemplaciones en un mensaje con su voz y su imagen virtual. Pero si consigues ganarte su materialista y caprichoso corazón, te incluirá en su círculo de amistades.
Supongo que las feministas habrán sacado las uñas acusando de machistas a los diseñadores del jueguecito de marras, que algún desesperado se pegará un tiro cuando su novia virtual le diga aquello de: sayonara, baby, que las compañías telefónicas se estarán forrando con los mensajes y que más de uno se sentirá decepcionado porque el juego no admite interacciones sexuales. Dentro de poco saldrá al mercado la versión para mujeres de este Tamagotchi, pero yo, qué quieren que les diga, prefiero un hombre de verdad.
Una empresa de Hong Kong ha diseñado un nuevo juego para teléfonos móviles de tercera generación que incluyen video. El juego consiste en ligar con una chica que desarrolla actividades y conductas similares a las humanas. Hay que conseguir una cita con la dama, ganársela a base de regalos virtuales: flores, diamantes..., tenerla contenta enviándole cariñosos mensajes. Si la chica considera que los regalos son baratos o escasos, que no se le presta la atención suficiente y no se la trata como merece, te manda a paseo sin contemplaciones en un mensaje con su voz y su imagen virtual. Pero si consigues ganarte su materialista y caprichoso corazón, te incluirá en su círculo de amistades.
Supongo que las feministas habrán sacado las uñas acusando de machistas a los diseñadores del jueguecito de marras, que algún desesperado se pegará un tiro cuando su novia virtual le diga aquello de: sayonara, baby, que las compañías telefónicas se estarán forrando con los mensajes y que más de uno se sentirá decepcionado porque el juego no admite interacciones sexuales. Dentro de poco saldrá al mercado la versión para mujeres de este Tamagotchi, pero yo, qué quieren que les diga, prefiero un hombre de verdad.
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