Hay que rebelarse

No busquemos culpables más allá de nosotros mismos, que nos hemos vuelto pasivos, perezosos, estamos faltos de voluntad y todo aquello que requiera esfuerzo nos desalienta. Yo no tengo soluciones, ya me gustaría, sólo apunto observaciones.
Los disidentes, los rebeldes, están desorganizados y no suponen una fuerza de confrontación al orden establecido. Hay que inventar nuevas fórmulas, la política no responde a las demandas de la sociedad, cada cual mira por lo suyo.
Inmersos en la vorágine que nos toca vivir y llenos de ansiedad, vemos cómo el futuro emerge amenazador porque hemos perdido la ilusión y el coraje para enfrentarnos a él.
Ningún redentor vendrá a rescatarnos, tenemos que luchar nosotros.
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