Moros y moritos
 Hay que ver lo imbéciles que nos está volviendo abusar de lo políticamente correcto en España, porque aquí, a esta moda, se le une el analfabetismo secular de sus gentes, que pasaron de firmar haciendo una cruz con mucho esfuerzo a ir masivamente a la universidad siguiendo un plan de estudios tan chachipiruli que nos iguala a todos en ignorancia. No olvidemos que somos lo que somos porque fuimos lo que fuimos.
								
				
				Hay que ver lo imbéciles que nos está volviendo abusar de lo políticamente correcto en España, porque aquí, a esta moda, se le une el analfabetismo secular de sus gentes, que pasaron de firmar haciendo una cruz con mucho esfuerzo a ir masivamente a la universidad siguiendo un plan de estudios tan chachipiruli que nos iguala a todos en ignorancia. No olvidemos que somos lo que somos porque fuimos lo que fuimos.La avalancha de pateras africanas ha vuelto a llenar nuestras calles de árabes a los que no se puede llamar moros sin correr el riesgo de que te tachen de xenófobo. Más adecuado resulta denominar magrebíes, musulmanes, norteafricanos, etc a quienes vienen de Marruecos, obviando que la palabra moro proviene directamente del latín maurus, habitante de Mauritania, y que dicha palabra está tan vinculada a España que son carne y uña, que Gonzalo de Berceo o San Isidoro la emplearon ya en sus escritos y si revisamos la historia o la literatura, las encontraremos salpicadas de moros, morerías, moriscos... Hasta nuestra cocina ofrece pinchos morunos. O sea, que la palabra moro es antigua y documentada, aunque algunos la consideren un término franquista, racista, grave, impropio y provocador. Algunas personas, rizando el rizo de la bobería, ha adoptado el vocablo morito que por ser diminutivo parece que discrimina menos.
So fascista, le pueden acusar a usted si emplea el término moro. So ignorante, puede responder con toda la dignidad del mundo y sin sentirse ofendido.
 
       
		
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