La nueva legalidad
La sociedad cambia de forma acelerada y la corrupción clásica, en la que el delincuente infringía la ley, es ya historia. Ahora lo que se lleva es modificar la ley para que los delitos no sean ilícitos. Que es usted presidente de Italia y anda metido en negocios poco limpios, pues nada, consigue que el parlamento apruebe su inmunidad y como no pueden juzgarle, se va de rositas. Que es usted presidente de los Estados Unidos y viola todos los derechos humanos habidos y por haber, tranquilo, se saca de la manga una ley antiterrorista que le permita hacer lo que le venga en gana y listo. La ley al servicio del delincuente, un nuevo concepto de legalidad.
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