Asignatura de religión
Las pretensiones de la ministra de Educación al considerar la asignatura de religión católica en igualdad de condiciones respecto a las otras asignaturas y tras plegarse a las instrucciones provenientes de la Conferencia Episcopal, no me parece propia de un estado democrático y aconfesional, en el que existe libertad de culto, como es el español. En el proyecto de Ley Orgánica de Calidad de la Educación no se atrevieron a plantear a la sociedad semejante disparate académico y legal y ahora el ministerio se permite el perverso lujo de definir la alternativa a la asignatura de religión católica como historia de las religiones, cuando no deja de ser un acercamiento a la religión católica, con pequeñas referencias a las otras dos religiones monoteístas: la islámica y la judaica. Aún recuerdo mis años escolares, cuando en el colegios nos hacían recitar aquello de soy cristiano por la gracia de Dios y eras cristiano por obligación.
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