Paganos los de siempre
España se convertirá a partir del próximo 1 de septiembre en uno de los países que impondrá un mayor canon por la compra de CD o DVD vírgenes: entre 0,13 y 0,70 euros. Con este pacto, firmado entre autores e industria, se pretende compensar a los músicos por la realización de copias privadas en este soporte comercial, pero su eficacia para combatir la piratería será prácticamente nula. Ni las redes del top manta compran los CD en la tienda de la esquina, ni el dinero recaudado con este impuesto irá a parar al bolsillo de los perjudicados. El acuerdo sirve tan sólo para que la industria, sacudida por la piratería y las falsificaciones, siga haciendo caja y se recupere de las pérdidas millonarias que viene sufriendo. Además, queda pendiente una reforma a fondo de la Ley de Propiedad Intelectual. Lo que resulta injusto es que las consecuencias de la mala gestión del Gobierno recaigan, una vez más, sobre los consumidores.
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