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El triunfo de la voluntad

El triunfo de la voluntad

El triunfo de la voluntad es un documental filmado por la cineasta alemana Leni Riefenstahl en el que se muestra el VI Congreso Nacional del Partido Nacional Socialista, celebrado el 5 de septiembre de 1934 en Nuremberg.

Veinte años después de la Primera Guerra, dieciséis años después del comienzo del sufrimiento alemán, diecinueve meses después del nacimiento de Alemania, Adolf Hitler acude en avión a Nuremberg para pasar revista a sus fieles seguidores. La silueta del avión en el que viaja el führer dibuja su sobra sobre la ciudad como el vuelo majestuoso de un águila y contribuye a introducirnos en el ambiente que vive la cuna del nazismo. Impresiona el fervor con que el pueblo recibe a su líder, la geometría perfectamente estructurada de los diferentes cuerpos del ejército, que desfilan con una coreografía meticulosamente estudiada y en medio de una parafernalia fastuosa llena de simbologías. Es la gigantesca escenificación del poder político, de un partido y de una ideología. El pueblo se sometió a este liderazgo y la sociedad civil observa y aplaude los movimientos del régimen. El objetivo es que todos los alemanes se conviertan en nacionalsocialistas. Se recoge también el discurso más famoso de Hitler, donde interpreta magistralmente el papel de líder indiscutible del pueblo, orgulloso de su poder: el partido es Hitler y Hitler es Alemania.

El triunfo de la voluntad es un documental perfecto en su ejecución y desarrollo que consigue crear una atmósfera capaz de involucrar al espectador en la exaltación de un líder por su pueblo enardecido. Leni Riefenstahl recibió el encargo de Hitler para que rodase el congreso y la película fue financiada por el partido nazi, por eso se la acusó de haber hecho un documental para glorificar al führer, algo que Leni siempre negó, alegando que era el documento de algo que había ocurrido, nada más. Treinta y tantas cámaras registraron el acontecimiento con un enorme despliegue de medios tecnológicos. Se trata de una puesta en escena que combina el rigor y la austeridad con el fasto siempre clásico y emocionante y que, gracias a un gran sentido del ritmo, no llega a aburrir pese a lo reiterativo del argumento.

El triunfo de la voluntad es una película soberbia, con escenas de masa sorprendentes, el testimonio de un periodo histórico. Un espectáculo muy atractivo que seduce visualmente y que recibió, entre otros premios, la Medalla de Oro de la Exposición Internacional de París.

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