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Cierzo

Alcoholismo

Un estudio realizado por el Ministerio de Sanidad reflejaba que más del 60% de niños de entre 13 y 14 años bebe regularmente alcohol los fines de semana y más del 35% admite haberse emborrachado al menos una vez al mes. Estos chavales tienen padres, pero parecen no darse cuenta o no quieren ver el estado etílico en el que se encuentran sus hijos, porque no hacen nada efectivo al respecto.

España es un país donde el alcohol recibe un tratamiento "peculiar" permisivo. Somos el séptimo país del mundo en consumo per capita de alcohol (teniendo en cuenta la cantidad de población, es un dato a considerar) y, en cuanto a bares, tenemos la cifra más alta de toda la Unión Europea: 320.000, uno por cada 134 habitantes.

El consumo de bebidas alcohólicas entre la juventud es un elemento socializante, que sirve de válvula de escape de una realidad no grata. La mayoría de jóvenes admite que no puede divertirse, relacionarse o ligar sin haber ingerido alcohol. Casi nadie reconoce que es una droga y poco a poco necesitan incrementar las dosis para pasarlo bien.

El consumo de alcohol causa directamente más de 13.000 muertes anuales en España y se calcula que más de tres millones de españoles son alcohólicos. Pero estas cifras no nos quitan el sueño. Un millón de jóvenes de entre 15 y 24 años están cada domingo en la calle pasadas las seis de la mañana y el grupo de 19 a 20 años se distingue por su forma de vivir la noche: nada menos que un 34,4% bebe alcohol de forma abusiva. Lo preocupante es que quien se distancia del estereotipo, y no consume alcohol o drogas durante los fines de semana, es considerado "raro" o "inmaduro" y el grupo lo rechaza, afirma un reciente informe de la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD).   Seis de cada diez jóvenes, según una encuesta del Instituto de la Juventud (Injuve), califican a su padre como poco o nada estricto, una opinión que se incrementa hasta el 68 por ciento cuando se trata de la madre. Más de la mitad de los encuestados goza de libertad para levantarse cuando quiere, pasar la noche fuera o tomar copas en casa. Los padres se preocupan cuando sus hijos salen de noche, pero ¿qué hacen si regresan borrachos o "colocados"?       

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