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Cierzo

Moda carcelaria

"Preso: ropa de cárcel desde 1898". El eslogan es lo que parece, una oferta de ropa que tiene la particularidad de ser la misma que la que visten los presos de la cárcel alemana de Tegel, en Berlín. En julio de 2003, los reclusos que trabajan en la sastrería de la prisión se asociaron con una empresa para vender su trabajo a través de Internet y la oferta resultó un éxito tan grande que no se conseguía satisfacer la enorme demanda, por eso tuvieron que buscar la ayuda de otros presos y unirse a 12 talleres de sastrería de otras cárceles alemanas. Los nuevos socios aportaron también nuevos modelos y productos que confeccionaban y usaban en las distintas cárceles del país. Pijamas de estampados azules de la cárcel de Brandemburgo, pantalones rojos de la cárcel de Amberg, camisetas blancas del penal de Kaisheim. La calidad de las prendas es excelente y resultan prácticas, resistentes y flexibles.

Pero la oferta de productos proveniente de las prisiones no acaba aquí. Hay algunos artículos curiosos: vino y aguardiente que provee una cárcel suiza, una muy elegante ropa de cama de la cárcel de Baviera, manteles y toallas de la cárcel de Amberg. Cárceles todo el mundo han pedido unirse a este proyecto, una cárcel mexicana, por ejemplo, ofrece hamacas.

El furor que despierta la ropa carcelaria no se limita sólo a los compradores. "Presos" espera ampliar sus colecciones con la entusiasta colaboración de algunos famosos modistos, que quedaron sorprendidos por el diseño y la calidad de esta ropa que sigue la moda detrás de las rejas.

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