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Cierzo

Hombre naciente

Hombre naciente Prepárame una cuna de madera inocente y pon bandera blanca sobre su cabecera.
Yo voy a nacer y desde ti, mi madre.

Pido la Paz y pido la palabra.

Pido una tierra sin metralla, enjuta de llanto y de sangre, limpia de cenizas, libre de escombros, saneada tierra para sembrar a pulso la simiente que tengo entre los dedos apretada.

Pido la Paz y pido la palabra.

Pido un aire sosegado, un cielo dulce, un mar alegre, un mapa sin fronteras;
una argamasa de sudor caliente sobre las cicatrices y fisuras.

Pido la paz y pido a mis hermanos

Los hijos de mujeres por todo el mundo que escuchen esta voz y se apresuren.
Que se levanten al rayar el día y vayan al más próximo arroyuelo, laven allí sus manos y su boca, se quiten los gusanos de las uñas, saquen su corazón que le de el aire, expurguen sus cabellos de serpientes y apaguen la codicia de sus ojos.

Después...
Después que vengan a nacer conmigo, haremos entre todos cuenta nueva.

¡Quiero Vivir!
Lo exijo por derecho.

Pido la Paz y entrego la Esperanza.

Poema de Ángela Figueroa, en memoria de las víctimas del 11 de marzo en Madrid

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