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Cierzo

Microrrelato

Microrrelato Aplasta la rodaja de limón contra el borde de la taza de té con la misma furia y con la misma rabia con que le ha aplastado la cabeza al verdugo que yace en el suelo de la cocina, las manos aún le tiemblan y los latidos del corazón retumban en sus oídos como cañonazos rítmicos. Toma un sorbo del amargo brebaje y respira hondo, se siente aliviada y satisfecha, otro trago y saborea su libertad recién recobrada, solo tiene que fregar el suelo y sacar la basura para eliminar de su vida todo rastro del hijoputa que la ha torturado durante catorce años.

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